CRÓNICA DE JUAN GONZALO ROSÉ


UN RECUERDO MÁS SI IMPORTA

No voy a escribir que fui su amigo, porque estaría mintiendo. Pero si puedo escribir que lo conocí, porque eso sí es cierto. También puedo escribir que estuve a su lado, porque eso también es cierto. Y hasta puedo jactarme que lo admiré y lo admiro, como lo admiran muchos, por lo que escribió, eso es ciertísimo. También puedo escribir que Juan Gonzalo, decía que nació en Tacna, pero no; nació en Lima, en los Barrios Altos un 10 de enero, como lo es hoy, allá en 1928, es cierto. Lo que pasa es que fue a Tacna de muy niño. Y que hoy día estaría cumpliendo 89 años, también es cierto. Porque hombres de la talla de JUAN GONZALO ROSÉ, cuando mueren, nunca mueren.


Quien no se haya conmovido, quien no se haya puesto sentimental, melancólico cuando leyó, esta anécdota, está mintiendo y descaradamente.
Se trata de la presentación de un libro. “Los organizadores -"Bola" Aguirre, Julito Kuniyoshi, del bar Bon Buffete, Manuel Orrego y varios más- prácticamente "toman" el local del INC, convencen a los empleados de abrirles el auditorio y prender las luces, e invitan a media intelectualidad. Y allí se para JUAN GONZALO, en medio del escenario, a leer ese conmovedor poema
LA PREGUNTA
Mi madre me decía:
si matas a pedradas los pajaritos blancos, Dios te va a castigar;
si pegas a tu amigo, el de carita de asno, Dios te va a castigar.
Era el signo de Dios
de dos palitos,
y sus diez teologales mandamientos
cabían en mi mano
como diez dedos más.
Hoy me dicen:
si no amas la guerra,
si no matas diariamente una paloma,
Dios te castigará;
si no pegas al negro, si no odias al rojo, Dios te castigará;
si al pobre das ideas en vez de darle un beso,
si le hablas de justicia en vez de caridad, Dios te castigará. Dios te castigará.

Y termina con esa interpelación dirigida a un punto del auditorio:
No es este nuestro Dios, ¿verdad, mamá?

Y entonces la madre, doña Jesús, se pone de pie, y sorprende a todos, pues nadie había advertido su presencia, y el auditorio en pleno estalla en aplausos y los amigos más cercanos, Hugo Bravo, César Lévano, que no pueden contener las lágrimas. Juan Gonzalo de pie junto a su madre y todos aplaudiendo. Un hermoso pedazo de esa imagen que a "Bola" Aguirre, al recordar, todavía lo emociona.”
Quien no haya recurrido al pensar, quien no ha sentido ruborizar sus dudas, cuando leyó, este poema; tiene que preocuparse porque, la sensibilidad lo ha abandonado.

TOCATA Y FUGA

Te busco, muerte. Te busco
y no te encuentro.

Entre la nada te busco
y te busco
entre la gente.

Y no te encuentro.

Peru cuando tú
me busques...
todo será diferente.


Finalmente a manera de explicación, verdaderamente hay tanto por escribir, publicar, que la falta de internet me ha impedido cumplir con mi camino programado. Veré lo que puedo hacer para remediar esa falta. Se me quedaron fiestas de nuestra tierra adentro y muchas cosas más.

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