EL SIETE DE JUNIO
DE 1880
Cierta
vez narrando a mis estudiantes del Colegio TACNA, de Barranco, una de las pequeñas me hizo la siguiente pregunta,
-
Profesor
por qué recordamos puras derrotas 7 de junio la derrota del morro de Arica, 8
de octubre la derrota de Angamos.
Le
respondí
- No
es que celebremos las derrotas, lo que recordamos es el valor de nuestros héroes
el sacrificio. El ejemplo que debe seguirse el cumplimiento del deber, ante
todo.
-
Está
bien, todo lo que Ud. quiera, pero en el fondo eso no deja de ser un recuerdo
de derrotas.
Realmente
tenía razón la pequeña. Compartía su idea; pero tampoco podíamos desmerecer el
sacrificio de nuestros héroes.
Por
eso siempre me he sentido dolido por el recuerdo tan penoso de la muerte de un
anciano militar como lo era Francisco Bolognesi Cervantes. Héroe que se fue a
combatir con fiebre. Y ante la negativa de su rendición y no haberlo matado con
descarga de fusilería, que le infringieron, la “valiente” soldadesca chilena le abrió el cráneo a
culatazos de rifles.
Igual
sucedió con a don Justo Arias y Aragüez a quien un soldado de las tropas
invasoras le dice
-
¡Ríndase
mi coronel, no queremos matarlo!
-
¡No
me rindo carajo! ¡Viva el Perú! ¡Fuego, muchachos!
Responde
aquel ínclito anciano guerrero y con su ejemplo estimula el valor de su tropa,
la defensa del Ciudadela. Dos versiones corren, acerca de cómo murió, una que
fue muerto por fuego de fusilería y dos que fue propiamente partido a sablazos.
La duda late entre quienes buscan la verdad.
El
caso de Alfonso Ugarte y Vernal, que dicen se arrojó con la bandera montado en
su caballo blanco. En la Maestría en Historia, que seguí en La Cantuta, se dice
que voló despedazado por una carga de cañón. Su familia ofrecía 5 000 monedas
de oro por sus restos. Cuentan que encontraron solo una pantorrilla y su pie,
se le reconoció, porque llevaba bordada en el filo de su media las iniciales
AU.
Realmente
es doloroso rememorar estos infaustos hechos. No solamente para nosotros los
peruanos, sino para los mismos chilenos. Pero en verdad lo que ocurrió fue que
Perú no peleo solo contra chile; peleó contra Inglaterra y Alemania que habían
invertido grandes cantidades de dinero en armamento y capacitación para los
soldados del país de la estrella solitaria y tenían que recuperarlo de todas
maneras. El salitre, el cobre y etc.
Salvando
las distancias y el tiempo en Israel creo un héroe Moshe Dayán, pero realmente
él no fue el único que peleo en la guerra de los 6 días. Inglaterra –y su hijo
aliado EEUU-, estaban de por medio. Le brindaron toda la logística para confundir
a sus enemigos.
Está
bien recordar el sacrificio de Bolognesi, en Arica, el honor, el valor y todo
lo que quieran pero lo que se debe recordar es Tarapacá, ahí si se dio una
victoria peruana. A pesar de contar con menos tropas, cansadas, hambrientas, y
sin un armamento adecuado, fue un triunfo. Es decir si hablamos de un buen
recuerdo.
Gloria
a Bolognesi, Alfonso Ugarte, don Justo Arias y Aragüez, y tanto otro héroes. Pero
dejemos un buen ejemplo a nuestros niños a nuestra juventud; un ejemplo de
victoria para que sirva de estímulo a las generaciones venideras.
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