EL CHINO WONG
Siempre
me referiré, al Colegio Nacional “José Olaya”, cuando no tenía fronteras, como
algo mitológico, fabuloso, fantástico. Donde salías al recreo y si querías volvías
por convicción propia. No había una pared, muro, tapia que te impidiera salir
fuera del plantel. Eso me enseñó mucho, la responsabilidad de ser estudiante.
Después vinieron los invasores y se emparedaron como pudieron el contorno –para
evitar que siguiera la invasión-, que hoy conocemos.
Desde hoy día me prometo no habrá promoción
69 o promoción 70. Total, esos son sólo números que no hacen la diferencia,
pues nos enseñaban los mismos profesores, llevábamos los mismos cursos, estudiábamos
en las mismas aulas, utilizábamos las mismas viejas y pesadas carpetas
bipersonales. A partir de ahora para mí, le guste o no le guste a quienes lean –no
lo tomen como berrinche, cuestión antojadiza, personal ni mucho menos-, tómenlo
en el buen sentido de la palabra, porque un olayino que haya egresado y/o
estudiado cualquier año, será olayino aún hasta después de su muerte-, simple y
llanamente porque sus documentos lo dicen y punto final al tema.
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| Nuestro Chino Wong |
Me estaba explayando mucho, pero el tema
central es la algarabía, la felicidad, la alegría que nos embarga y embriaga –eso
sin haber tomado ni un solo trago-, es la recuperación de nuestro querido chino
Wong.
Es quizá que nos olvidemos de los
apellidos, e inclusive nuestras caras hayan variado. Total antes éramos muy jóvenes;
pero siempre habrá algo que nos une, el Olaya, lo demás es lo de menos.
Nuestro buen Danielito Rivera quien se dio
tiempo –cuando, no ese espíritu generoso bondadoso, solidario, desinteresado,
nos hizo llegar una vistas y sobretodo la grata noticia que nuestro querido
Chino ya está listo para salir y jugarse una pichanguita con los buenos patas.
Esta crónica, no termina acá, faltan datos.
La seguiré ampliando, con los nuevos datos que recabe en la próxima reunión que
tengamos, es mi copromiso y es la palabra de olayino que se tiene que cumplir sí
o sí.
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| El chino Wong y el Dr. Daniel Rivera. |
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