El tiempo está pasando y tanto el ex presidente constitucional, Alejandro Toledo como su esposa, Elian Karp siguen prófugos, riéndose nuestro precario sistema judicial. EEUU no puede ser refugio de dos personas que no quieren ponerse a derecho, frente a las acusaciones que han surgido de unos sobornos por parte de Odebrecht.
La acusación es grave, no es una cosa simple. Se habla de cuentas en el extranjero. Todo eso se debe aclarar por el bien y el buen nombre de Alejandro Toledo y su esposa.
La burocracia es terrible, tanto en el Perú, como en USA; pero todo tiene un tiempo de cumplimiento que se debe cumplir de todas maneras y los plazos se esta excediendo del límite de tolerancia.
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