SER LÍDER NO ES IGUAL A SER CAUDILLO
A veces se suele confundir el término liderazgo con el de un caudillo. Pero no es lo mismo, veamos: El caudillo es aquel que usa su poder para someter a un grupo de personas para que estas sigan sus ideales y lo acompañen en su lucha. Todo gira a su alrededor, La única esperanza. Por el contrario un líder su propósito es lograr que todos los integrantes de su equipo consigan mejorar, la visión no es propia, es compartida. El Líder va más allá de simplemente una posición. El caudillo somete, el líder inspira. El caudillo suma seguidores, el líder forma y capacita a nuevos líderes. Un caudillo obtiene ganancias de su puesto para mejorar su calidad de vida. El líder invierte en los demás, de forma tal, que los demás puedan mejorar su vida en todos los aspectos.Un caudillo tiene una visión personal en la que se sirve de sus seguidores para provecho propio, en cambio un líder de verdad, establece una visión compartida con su equipo, en la que todos forman parte del esfuerzo y todos tienen recompensa igual en el éxito. El caudillo utiliza la fuerza y el temor como símbolo de poder, doblegando a quién no se deja dominar, mientras que la marca de un líder excepcional es la influencia. El caudillo promete ideales y sueños propios. El líder propone planes reales con metas alcanzables de impacto significativo para todos sus seguidores. El caudillo actúa por impulsos, el líder desarrolla una estrategia clara y trabaja para clarificarla.El caudillo está siempre lejano a sus seguidores, el líder vive con su equipo. El caudillo habla, el líder actúa. La visión del caudillo muere con él. El legado del líder permanece y trasciende en el tiempo. El caudillo culpa a los demás de sus errores, el líder asume su responsabilidad y busca mejorar el trabajo de todos. El caudillo hace lo necesario. El líder siempre hace lo extraordinario
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