UNA PROPOSICIÓN PARA UNA “IZQUIERDA UNIDA”

Colaboración de mi promoción del CN José Olaya de La Perla Callao. Carlos José Fernández Revoredo. 

LA IZQUIERDA DESUNIDA

Sobre lo dicho por Ex político izquierdista y “vanguardista” hoy caviar medio neoliberal, quien no asume sus propias responsabilidades en este fragmentación izquierdistas

Cree acaba de descubrir la pólvora y acaso él también fue parte de esa fragmentación que ya parece ser parte constituyente de cada alianza nueva, o grupo en formación en la izquierda

Esto es sencillo de explicar, las divisiones no tienen un fondo ideológico o programático es más bien empujado porque el protagonismo personal y electorero siempre está por encima de las necesidades de cambio del país.

No se ha podido formar un frente solido de izquierda, ni una organización

Política que represente al pueblo y asuma sus exigencias de una vida digna, con seriedad y no con simples discursos o escaramuzas con los políticos neoliberales.

La izquierda dizque democrática porque es postulante eterna, igual que cualquier otro partido o frente de derecha, no ha sabido continuar la obra de José Carlos Mariátegui construyendo el frente de defensa del pueblo.

Primero se dejó ganar por el APRA con un brioso y discursero Alan García, partido que logró mostrar las fisuras de una Izquierda Unida, parchada, remachada con hartos intereses personales que fueron al fin el lastre, como un Hugo Blanco y un Ledesma, peleándose en la televisión en plena campaña, como dos viejas comadres, con un topo APRISTON (Barnechea) disfrazado de periodista como árbitro, azuzándolos.

¿Cuándo por fin construiremos una izquierda realmente unida? Que sea más que alternativa de gobierno, sea alternativa de cambios profundos 

Creo solo cuando las distintas organizaciones que la encarnan decidan actuar con transparencia, sin mezquindad, con disciplina orgánica, con desprendimiento, sin caudillismos, sin candidatos naturales, con congresos partidarios transparentes, representativos, sin cupos y pensar el largo plazo trabajando en cada zona del país. Dejar el inmediatismo electorero, para asumir la tarea de organización como trascendente para consolidar un frente sólido.