PERÚ: PENA DE MUERTE?

PERÚ: PENA DE MUERTE?

Colaboración de Luís Morachimo
Como peruano, nunca me hubiese gustado escribir sobre un Perú donde la violación sexual de mujeres y niños aumenta de manera alarmante, la criminalidad se pasea por todas las instituciones del Estado y; la impunidad para delincuentes de cuello y corbata está a la orden del día.Indigna y nos llena de impotencia el comprobar que en el país no hay instancia confiable alguna, capaz de responder el reclamo popular.
En la semana que pasó, fue violada una señora que llegó a una casa con la finalidad de censar a los residentes, fue violada una niña de dos meses de edad por su propio padre y una chica de 22 años, asesinó a dos personas en el lapso de una hora. Ante estos hechos abominables y aprovechando la indignación popular, los fujimoristas, ansiosos de ganar las próximas elecciones a como de lugar, presentaron un proyecto de ley pidiendo la pena de muerte para los violadores de menores de edad, a sabiendas de que ello implica la reforma de la Constitución y la renuncia del Perú a la firma de pactos internacionales que, entre otros hechos contempla la negación a la pena de muerte.
Los seguidores del hoy preso por delitos de lesa humanidad, Alberto Fujimori, son ignorantes? quieren patear los compromisos internacionales ? o simplemente quieren traficar con la indignación popular ?. Teniendo en cuenta la historia del fujimorismo, las brutalidades sostenidas por varios de sus parlamentarios y: su acostumbrado manoseo de la opinión del pueblo, hay que concluir en que su proyecto es reflejo de la matonería, la ignorancia y el oportunismo que a diario muestran los fanáticos seguidores del dictador, criminal y corrupto Alberto Fujimori.
Se escuchan voces en favor y en contra de la pena de muerte pero, muy, pero muy pocos se detienen a pensar y debatir sobre las causales que han llevado al país a tales niveles de criminalidad. No lo hace el gobierno, los partidos de derecha ni la prensa porque saben que ellos son los responsables de que nuestra sociedad viva en un estado de descomposición que todavía no podemos avisorar hasta donde puede llegar. Si compatriotas. Aunque nos duela y nos expongamos a todo tipo de agresiones, hay que convenir en que el pueblo peruano está viviendo una de las etapas más caóticas de su historia. Los responsables? todos los gobernantes que no tuvieron la capacidad ni el interés de consolidar la independencia, la inclusión de todos los peruanos y; permitieron que pequeños grupos de poder económico y político manejaran el país como su propiedad privada y atropellaran en todos los sentidos a las grandes mayorías. Después del desastre nacional, es lógico que hoy tengamos una sociedad donde se mezclan de manera aparentemente contradictoria: la violencia - en todas sus versiones- el miedo, el desánimo, el descontento, el resentimiento, la desesperación y el afán de venganza.
Dentro de este caldo de cultivo, es lógico que prenda propuestas como la pena de muerte, la cual, de aprobarse, no solucionaría ningún problema, porque la criminalidad es la consecuencia y no la causa de los males que vive nuestro país. La causa de todos los males es la desigualdad cada vez grande que existe entre un puñado de peruanos que tienen todo de todo y, la gran mayoría dispuesta a hacer lo que sea con tal de conseguir algo para paliar el hambre.
Algunos periodistas serviles dicen que los que nos oponemos a la pena de muerte defendemos a los violadores. No señores alquilados, los que nos oponemos a la pena de muerte lo hacemos desde la experiencia de que esta pena en ningún país del mundo ha dado los resultados esperados. Es más, en el Perú ya hemos tenido la pena de muerte y cuáles fueron los logros? Ninguno. La criminalidad en todas sus versiones sigue creciendo y ahora, los fujimoristas y sus aliados para cubrir sus fechorías, no pueden venirnos con el cuento de la pena de muerte. Si en realidad queremos parar la violencia, los gobernantes de turno, los políticos y los medios de comunicación deberían emprender una cruzada en contra de todos, si, de todos los delincuentes, sean estos comunes, ministros, presidentes, empresarios, jueces, fiscales, policías, militares , periodistas y demás tontos útiles. Sólo así, el pueblo podrá confiar en las autoridades y se calmará y trabajará con la esperanza de que sus necesidades básicas serán cubiertas.
Señores fujimoristas y políticos en general, recuerden al maestro Manuel Gonzáles Prada que dijo: El Perú es un país enfermo donde se pone el dedo brota pus. Ustedes quieren matar o salvar al pueblo peruano?

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