TESTIMONIO DE ALGUIEN QUE
ASISTIÓ A UNA IGLESIA PROTESTANTE
Félix Ewer Checalla
Ramos
Para
todos esos incrédulos, les comparto mi testimonio. Les cuento que una ocasión
acudí a una Iglesia Cristiana por curiosidad a uno de sus cultos o reuniones
que hacen.
La
ceremonia ya había iniciado hace algunos minutos. Acto seguido entré y en
cuanto me vio el pastor se dirigió a mí (pues él ya estaba como a mitad de su
acto o sermón) y puso su mano sobre mi cabeza sujetándome con fuerza, nunca
olvidaré esas palabras que me dijo: ¡Hermano, usted va a caminar!.
Yo
con extrañeza le dije en voz baja, pero señor, yo no tengo ningún problema con
mis extremidades (piernas), a lo que sin importar e ignorándome volvió a decir
con un tono más fuerte de voz: ¡Hermano, usted va a caminar!. Yo seguía extrañado.
Instantes
después toda la multitud ahí reunida empezó a gritar al unísono con el pastor
como entrando en un trance hipnótico y diciendo: ¡Hermano, usted va a caminar!.
Yo no entendía la sabiduría de esas palabras y seguía extrañado pues nunca padecí
ni he tenido problemas con mis piernas. Total, opté por cerrar la boca y no
dije nada más.
Y
finalmente la reunión terminó y es aquí donde mi sorpresa no tuvo límites. El
hijo de su “pinche madre” del pastor tenía razón. Pues al salir mi carro no estaba,
me lo habían robado y desde entonces yo camino.
¡Aleluya
Hermanos!
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