SER LÍDER NO ES IGUAL A SER CAUDILLO
NI UN MILLÓN DE PALABRAS DESCRIBIRÁN LO QUE SIENTO, PERO TU SILENCIO LO CONFIRMA TODO.
Benjamín Sandoval Aredo
está con Pablo Julián Haro Quispe
A veces se suele confundir el término liderazgo con el de un caudillo. Pero no es lo mismo. El caudillo es aquel somete a sus seguidores y todo gira a su alrededor. Por el contrario un líder su propósito es lograr que todos los integrantes de su equipo consigan mejorar, la visión no es propia, es compartida. El caudillo somete, el líder inspira. El caudillo suma seguidores, el líder forma y capacita a nuevos líderes. Un caudillo obtiene ganancias de su puesto para mejorar su calidad de vida. El líder invierte en los demás, de forma tal, que los demás puedan mejorar su vida en todos los aspectos. Un caudillo tiene una visión personal en la que se sirve de sus seguidores para provecho propio, en cambio un líder de verdad, establece una visión compartida con su equipo, en la que todos forman parte del esfuerzo y todos tienen recompensa igual en el éxito. El caudillo utiliza la fuerza y el temor como símbolo de poder, doblegando a quién no se deja dominar, mientras que la marca de un líder excepcional es la influencia. El caudillo promete ideales y sueños propios. El líder propone planes reales con metas alcanzables de impacto significativo para todos sus seguidores. El caudillo actúa por impulsos, el líder desarrolla una estrategia clara y trabaja para clarificarla. El caudillo está siempre lejano a sus seguidores, el líder vive con su equipo. El caudillo habla, el líder actúa. La visión del caudillo muere con él. El legado del líder permanece y trasciende en el tiempo. El caudillo culpa a los demás de sus errores, el líder asume su responsabilidad y busca mejorar el trabajo de todos. El caudillo hace lo necesario. El líder siempre hace lo extraordinario. PABLO JULIAN HARO QUISPE es un líder Rondero.
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PABLO JULIAN HARO QUISPE es un líder Rondero. |
BEING A LEADER IS NOT EQUAL TO BEING CAUDILLO
NOT A MILLION WORDS WILL DESCRIBE WHAT I FEEL, BUT YOUR SILENCE CONFIRMS EVERYTHING.Benjamín Sandoval Aredo
is with Pablo Julián Haro Quispe
Sometimes the term leadership is often confused with that of a caudillo. But it's not the same. The leader is one who submits to his followers and everything revolves around him. On the contrary, a leader's purpose is to get all the members of his team to improve, the vision is not his own, it is shared. The leader submits, the leader inspires. The caudillo adds followers, the leader trains and trains new leaders. A caudillo gains money from his position to improve his quality of life. The leader invests in others, in such a way that others can improve their lives in all aspects. A leader has a personal vision in which he uses his followers for his own benefit, instead a true leader, establishes a shared vision with his team, in which all are part of the effort and all have equal reward in the success. The caudillo uses force and fear as a symbol of power, betraying who does not let himself be dominated, while the mark of an exceptional leader is influence. The caudillo promises ideals and dreams of his own. The leader proposes real plans with achievable goals of significant impact for all his followers. The caudillo acts by impulses, the leader develops a clear strategy and works to clarify it. The leader is always far away from his followers, the leader lives with his team. The caudillo speaks, the leader acts. The leader's vision dies with him. The legacy of the leader remains and transcends in time. The leader blames others for their mistakes, the leader assumes responsibility and seeks to improve everyone's work. The leader does what is necessary. The leader always does the extraordinary. PABLO JULIAN HARO QUISPE is a Rondero leader.
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