AMÉRICA LATINA: ¿ES OPORTUNO PRONOSTICAR UNA REVOLUCIÓN DE LOS POBRES? Español - Inglés


AMÉRICA LATINA: ¿ES OPORTUNO PRONOSTICAR UNA REVOLUCIÓN DE LOS POBRES?
ATENTO !!!!

Por Alberto Ku King M.

Ya no son pocos los países de América Latina que están siendo saqueados por grupos políticos y económicos de poder, cuyas desmedidas ambiciones ignoran, olímpicamente, a los grandes bolsones de pobreza.
Se están creando condiciones muy críticas que podrían derivar en masivas e incontrolables movimientos de protesta popular, frente a regímenes que se deslegitiman por su propia incapacidad y corrupción.
En otras palabras más crudas y realistas, se van incubando movimientos anarquistas, capaces de convulsionar a las bases sociales contra un sistema que ya no los representa.
Recuerdan el Parlamento del Paraguay a punto de ser quemado, saqueos en Venezuela, peruanos que exigen el cierre del parlamento, son algunas manifestaciones registradas en estos tiempos de crisis de credibilidad.
A diario se reporta un incremento de la violencia social en vários países mientras los propios gobiernos promueven la violencia estructural con políticas públicas absurdas.
Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú ya encabezan la lista de naciones con gobernantes corruptos, que frente al fracaso de sus proyectos neoliberales, hoy enfrentan un nuevo crecimiento de los niveles de pobreza que se creían superados.
El bajo crecimiento del Producto Bruto Interno en la mayoría de países de la región se suma a la creciente pérdida de empleos y a una escasa reducción de la recaudación fiscal.
El déficit Fiscal se incrementa y aleja a pobres de las posibilidades de recibir servicios básicos de calidad.
La inversión pública y privada se torna escasa mientras crece el peligro de un proteccionismo alentado por Donald Trump.
Inmensos núcleos humanos se arrancan ya los alimentos en saqueos sistemáticos, como es el caso de Venezuela por la pataneria de un sujeto Presidente como Maduro, mientras en Brasil el narcotráfico se apodera de las favelas, verdaderas resistencias sociales al poder tradicional.
La corrupción, el narcotráfico y la eneptitud avasallan a los regímenes políticos, al tiempo que los mismos grupos de poder continúan con la depredación de los recursos naturales.
Expresidentes como Fujimori, Humala, Toledo, García y Kuczynski desacreditados políticamente, mientras en Brasil Lula da Silva ya está preso al igual que el vicepresidente del Ecuador.
No hay un solo exmandatario latinoamericano inmaculado y libre de ser acusado de corrupto y de fomentar política que obligan a los ciudadanos prescindir del Estado como organización política corporativa.
La aparente bonanza económica que se registró en la región a mediados de los noventa, tampoco sirvió a los pobladores menos protegidos, más bien llenó las arcas de los poderosos en perjuicio de una masa humana hambrienta de comida y seguridad.
Miles y Miles de millones de dólares fueron a parar a los centros financieros y paraísos fiscales, reductos de la clase dirigente enemiga de las buenas prácticas y ahora corrupta por excelencia.
En síntesis, todo indicador socioeconómico nos lleva a temer una "revolución de los pobres" de consecuencias imprevisibles para unos 400 millones de personas.



LATIN AMERICA: IS IT POSSIBLE TO FORECAST A REVOLUTION OF THE POOR?

ATTENTION !!!!

By Alberto Ku King M.

There are not a few Latin American countries that are being plundered by political and economic groups of power, whose excessive ambitions ignore, to the great pockets of poverty.
They are creating very critical conditions that could lead to massive and uncontrollable movements of popular protest, against regimes that are delegitimized by their own incapacity and corruption.
In other words more crude and realistic, anarchist movements are incubating, capable of convulsing the social bases against a system that no longer represents them.
Remember the Parliament of Paraguay about to be burned, looting in Venezuela, Peruvians demanding the closure of parliament, are some manifestations recorded in these times of crisis of credibility.
Every day an increase in social violence is reported in several countries while the governments themselves promote structural violence with absurd public policies.
Argentina, Brazil, Colombia, Ecuador and Peru already head the list of nations with corrupt rulers, that in the face of the failure of their neoliberal projects, today they face a new growth of the levels of poverty that they thought they had overcome.
The low growth of the Gross Domestic Product in most countries of the region adds to the growing loss of jobs and a low reduction of tax collection.
The fiscal deficit increases and distances the poor from the possibilities of receiving quality basic services.
Public and private investment becomes scarce while the danger of protectionism encouraged by Donald Trump grows.
Huge human nuclei are already ripped out of food in systematic looting, as is the case in Venezuela because of the legality of a President like Maduro, while in Brazil drug trafficking seizes the favelas, real social resistance to traditional power.
Corruption, drug trafficking and eneptitude overwhelm political regimes, while the same power groups continue with the depredation of natural resources.
Former presidents like Fujimori, Humala, Toledo, García and Kuczynski politically discredited, while in Brazil Lula da Silva is already imprisoned, as is the vice president of Ecuador.
There is not a single Latin American ex-president immaculate and free to be accused of corruption and to encourage politics that oblige citizens to dispense with the State as a corporate political organization.
The apparent economic boom that was registered in the region in the mid-nineties, did not serve the less protected population, but rather filled the coffers of the powerful to the detriment of a human mass hungry for food and security.
Thousands and Billions of dollars went to the financial centers and tax havens, redoubts of the ruling class enemy of good practices and now corrupt par excellence.
In short, every socioeconomic indicator leads us to fear a "revolution of the poor" with unpredictable consequences for some 400 million people.

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