LOS CORRUPTOS DE CUELLO Y CORBATA SON DEL PUEBLO O MAYORMENTE DE LA DERECHA BRUTA, ATORRANTE, INDOLENTE Y RABIOSA ?????

ATENTO !!!!
(Lean bien, a los con problema de comprensión lectora o trastornos de calabaza)
Por: Alberto Ku King M.
Ya está comprobado que los CORRUPTOS en el Perú pertenecen a ese sector de la derecha mayormente fujimorista que es bruta, indolente, atorrante, racista, ambiciosa por el poder y el dinero.
Sin embargo tiene ocasionales aliados entre tecnócratas y burócratas rabiosos y sin moral, que cierran boca, ojos y oídos para convertirse en complices de los latrocinios en agravio del Estado y de la mayoría de peruanos.
Está claro que no hay corruptos en la base popular, más bien delincuencia común.
Empresarios encumbrados, políticos ilustrados, jueces con experiencia y hasta reconocidos inversionistas forman parte de ese ejército de corruptos, depredadores de nuestros recursos y patrimonio.
Obviamente que en ese lumpen de la corrupción están camuflados algunos lugartenientes que sirven de TESTAFERROS para guardar lo que sustraen sus titulares.
En el plano político nos avergüenza que los últimos cinco presidentes elegidos democráticamente, estén ahora en la vitrina de los CORRUPTOS y MISERABLES de la clase política apestaba por sus graves delitos.
Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, en la ominosa lista de depredadores de la moral pública.
Además, Keiko Fujimori que al parecer se le acabará muy pronto la suerte, ya que hay avances importantes para un eventual arresto preventivo.
En el sector empresarial hemos sufrido una larga experiencia de estafas y apropiaciones ilicitas por obras públicas inconclusas o abandonadas, durante décadas.
El exvicepresidente de la poderosa CONFIEP, Lelio Balarezo, es uno de estos empresarios millonarios, prófugo de la justicia por fraude tributario.
Los reconocidos constructores peruanos como Graña y Montero, socios de Odrbrecht, también forman parte de esa legión de presuntos corruptos de cuello y corbata.
Y por si fuera poco, los gobiernos de turno no hicieron absolutamente nada para cobrar más de diez mil millones de dólares en impuestos por pagar, mientras congresistas fujimoristas aprueban exoneraciones tributarias a empresas extranjeras.
Y como siempre, hoy nos preguntamos qué hace la justicia con ellos. Nada. Esperan tranquilos que prescriban sus delitos.
Entonces, dónde está el origen de la corrupción: sin duda en la estratégica alianza de los políticos, empresarios y jueces.
Una verdadera organización criminal donde por fortuna aún sobreviven empresarios, políticos y jueces probos y sin mancha.
Ojalá que la auténtica movilización nacional sea el acicate para destruir a ese oscuro poder que domina aún a un sector del pueblo, porque no todos los peruanos han tomado conciencia de su rol protagónico.
Sin embargo tiene ocasionales aliados entre tecnócratas y burócratas rabiosos y sin moral, que cierran boca, ojos y oídos para convertirse en complices de los latrocinios en agravio del Estado y de la mayoría de peruanos.
Está claro que no hay corruptos en la base popular, más bien delincuencia común.
Empresarios encumbrados, políticos ilustrados, jueces con experiencia y hasta reconocidos inversionistas forman parte de ese ejército de corruptos, depredadores de nuestros recursos y patrimonio.
Obviamente que en ese lumpen de la corrupción están camuflados algunos lugartenientes que sirven de TESTAFERROS para guardar lo que sustraen sus titulares.
En el plano político nos avergüenza que los últimos cinco presidentes elegidos democráticamente, estén ahora en la vitrina de los CORRUPTOS y MISERABLES de la clase política apestaba por sus graves delitos.
Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, en la ominosa lista de depredadores de la moral pública.
Además, Keiko Fujimori que al parecer se le acabará muy pronto la suerte, ya que hay avances importantes para un eventual arresto preventivo.
En el sector empresarial hemos sufrido una larga experiencia de estafas y apropiaciones ilicitas por obras públicas inconclusas o abandonadas, durante décadas.
El exvicepresidente de la poderosa CONFIEP, Lelio Balarezo, es uno de estos empresarios millonarios, prófugo de la justicia por fraude tributario.
Los reconocidos constructores peruanos como Graña y Montero, socios de Odrbrecht, también forman parte de esa legión de presuntos corruptos de cuello y corbata.
Y por si fuera poco, los gobiernos de turno no hicieron absolutamente nada para cobrar más de diez mil millones de dólares en impuestos por pagar, mientras congresistas fujimoristas aprueban exoneraciones tributarias a empresas extranjeras.
Y como siempre, hoy nos preguntamos qué hace la justicia con ellos. Nada. Esperan tranquilos que prescriban sus delitos.
Entonces, dónde está el origen de la corrupción: sin duda en la estratégica alianza de los políticos, empresarios y jueces.
Una verdadera organización criminal donde por fortuna aún sobreviven empresarios, políticos y jueces probos y sin mancha.
Ojalá que la auténtica movilización nacional sea el acicate para destruir a ese oscuro poder que domina aún a un sector del pueblo, porque no todos los peruanos han tomado conciencia de su rol protagónico.
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