EN DEFENSA DE LA IGLESIA CATÓLICA CONTRA LOS CURAS PEDERASTAS


¿CREES QUE CON DECIR "CURAS PEDERASTAS" VAS A HACER QUE LOS CATÓLICOS DEJEMOS DE DEFENDER NUESTRA FE O QUE DEJEMOS DE DENUNCIAR EL PECADO? ¡PERO QUÉ EQUIVOCADO QUE ESTÁS!

Jesús dijo a sus discípulos: «Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona!» San Lucas 17,1
¿Y qué hay de los que propagan el escándalo? Tienen tanta culpa como el que lo ocasiona, porque en lugar de perdonar y orar por esa persona que provocó el escándalo, la usan como bola de lodo para denigrar y escandalizar aún más.
De manera que tú, que siempre estás señalando las fallas y errores dentro de la Iglesia Católica, con el único fin de hacerle daño, estás advertido, ya sea que creas en Dios o no.
¿Crees que con mencionar los escándalos dentro de la Iglesia Católica vas a hacer que dejemos de ser católicos, o que dejemos de decir que el pecado se llama pecado? Los católicos no creemos en hombres, sino que en Cristo. Por eso si uno de nuestros sacerdotes, o alguna de nuestras monjas, llegan a fallar, eso no hará que dejemos de defender nuestra fe, ni hará que dudemos, y tampoco hará que nos callemos o dejemos de decir que la ideología de género es maligna, que los actos homosexuales son pecado, que el aborto es asesinato, que la marihuana es un tóxico y no una medicina.
Y por favor, ahórrense el "no juzgar" y también el "no veas la paja en el ojo ajeno". Esas burdas manipulaciones de las sagradas escrituras tampoco nos van a callar.
En cuanto a los sacerdotes o monjas que lleguen a cometer esos u otros horribles delitos, que les caiga todo el peso de la ley. Esas abominables ofensas contra los niños no deben quedar impunes, y si alguien resulta verdaderamente culpable, que se pudra en prisión. Oraremos a Dios por ellos, para que se arrepientan y no caigan en el infierno por esos abominables pecados, el día que les toque morir. También oraremos por las víctimas, para que el Señor les de fortaleza y les ayude a sanar espiritualmente.
Al mundo se le hace muy sencillo callar a los sacerdotes por medio de los escándalos. Pero para eso estamos los laicos, para proclamar mil y un veces todo lo que nuestros buenos sacerdotes no pueden o tienen temor de decir. Callar a un sacerdote es fácil. Callar a cientos de miles de laicos no es tan fácil.
Tampoco dejemos que nos quieran silenciar con el "respeto humano". Hoy para todo se exige respeto, pero es una forma de exigir que se les deje pecar y, sobre todo, que se les deje promover y hasta imponer el pecado. Esa falsa máscara de respeto es la forma de querer callar a quienes denuncian lo que está mal. El maldito respeto humano, como lo llamara el Santo Cura de Ars, solo sirve para entronizar al hombre y a su inmundicia por encima de Dios, haciendo que por el "respeto" se irrespete a Dios y se permita y se acepte la promoción y hasta la imposición del pecado. Así es como hoy pretenden imponernos muy a la fuerza a la maligna ideología de género, sobre todo a nuestros niños. Todo empezó hace unas décadas con un grupito exigiendo "respeto".
¡Ánimo, hermanos! Sigamos llamando al pecado por su nombre. No nos callemos. No permitamos que usen los escándalos como tapabocas. Y tampoco le pongamos atención a los que se muestren "ofendidos". El mundo lleva siglos y siglos ofendiendo a Dios y hasta la fecha jamás ha pedido disculpas. Sigamos, y recordemos las palabras de San Juan Pablo II: "¡No tengan miedo!"


Soy católico y mariano

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