REALIDADES PERUANAS QUE DUELEN MUCHO


REALIDADES PERUANAS QUE DUELEN MUCHO



Cuando estaba en el exilio en Venezuela me convocaban a diversos programas de radio, TV y a realizar artículos para distintos medios escritos, muchos de ellos con matices que no los hacían pro gobiernistas. Hice distintos programas de investigación, de opinión y hasta cursos de teoría política. Ya en broma, les decía a los productores que la audiencia estaría aburrida de escucharme, y me respondían, medio broma, medio en serio, que había que sacarme provecho mientras estuviera en sus tierras.

Desde que estoy en el Perú y a pesar de ser comidilla de los grandes medios jamás me llaman siquiera a darme derecho a réplica y los medios en teoría amigos rehúsan darme un espacio a pesar que cuando lo hacían mis columnas tenían más aceptación que sus habituales articulistas. O peor aún, piden domesticar mis escritos, cosa que jamás haré por un tema de principios.

Desde un punto de vista absolutamente personal me resulta penoso el nivel del periodismo peruano. No les importa investigar, educar ni nada que resulte lejano al interés de distintos grupos de poder político, sean de derecha o tibiamente de izquierda. Hay desde luego casi mártires (Hildebrandt y Telesur entre ellos) que son la excepción de toda ley.

El día del periodismo se me hace agrio cuando paso por un quiosco y veo titulares que manipulan con éxito, haciéndonos amar al que explota y discriminar al que lucha contra ellos. Cuando prendo la radio y oigo repeticiones de planas hechas por los patrones y cuando veo tele y solo existen maniquíes con telepronter que han renunciado a la opinión propia. Cuanta falta hace romper el monopolio informativo para liberar las mentes hacia un cambio real, radical como exige este garabato de sociedad en que nos han convertido los que nos roban y matan a diario.

Saludos a los verdaderos periodistas que se resisten dignos y a los pocos medios que navegan con banderas de libertad en medio de la dictadura de las cuatro familias que nos dicen que hacer y qué no. Que la fuerza y la rebeldía jamás los abandonen y cuenten con este servidor siempre.



GUILLERMO BERMEJO ROJAS

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