LO QUE SE PIERDE MADURO AL NO VENIR A LIMA . PERÚ



LO QUE SE PIERDE MADURO AL NO VENIR A LIMA . PERÚ
Pobrecito Nicolás Maduro, no podrá venir al Perú. El gobierno de Vizcarra se lo prohíbe. No podrá admirar nuestra maravillosa democracia con un presidente que nadie eligió. Tampoco nuestro congreso que representa a mineras,
transnacionales, narcotraficantes, a todos, menos al pueblo. No podrá palpar nuestra justicia de cuellos blancos. No podrá ver a sus paisanos divididos entre los que se quieren regresar, los que cumplen el sueño neoliberal vendiendo golosinas y los que se unieron a la ya elevada lumpenidad nacional.
No lo podrá entrevistar nuestra prensa libre que depende de 5 familias que son la caja de resonancia de la Confiep y la embajada norteamericana. Será una pena que no vea nuestra calidad educativa con 2 millones de niños fuera del sistema escolar, 75% de colegios mal construidos y los profesores peor pagados del continente. Nuestros 2 millones de jóvenes sin empleo no podrán abuchearlo. Los 9 millones de peruanos sin agua ni desagüe no podrán maldecirlo en persona. Los terroristas escuálidos que encontraron guarida aquí, no podrán asesinarlo.
Una pena, Nicolás no podrá estar en este país que crece económicamente 3 décadas y tiene 46% de niños con anemia y de esta Lima que bate récord latinoamericano de tuberculosis. No podrá ir a Cancillería y pedir que le expliquen cómo se callan frente a los 235 líderes sociales asesinados en Colombia, los 300 palestinos asesinados por Israel, los 7 millones de muertos por causa de EEUU en África, Medio Oriente y Afganistán. No podrá preguntarle a Vizcarra como avala a un fascista como Bolsonaro, a un arrastrado como Piñera o a un impresentable como Macri.
Se perderá del debate de esa izquierda que abandono a Marx para abrazar a la Usaid. Esa que pedía becas y viajes al Chavismo en los años verdes y ahora cambio de rollo por becas y viajes de instituciones yankees y sionistas.
En fin Nicolás, yo creo que de mucho no se pierde. Tal vez de un buen ceviche y un pisco en el Queirolo. Y de conversar con los pocos que aún tienen conciencia de qué lado hay que estar cuando se trata de la soberanía de cada rincón de la patria grande frente a la agresión imperialista.



GUILLERMO BERMEJO ROJAS

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