No sé, a mi me encantó, no sé quién me lo envió, creo que fue por el WhatsApp. Pero yo lo publico en en este humilde muro que llamo LA ESQUINA DE PERCY ANTONIO. Y ojo, lo escribió un Salvadoreño que ama a nuestro PERÚ. Fíjense de todo lo que escribe, conoció nuestra patria.
UN
POEMA PERUANÍSIMO.
De Manuel E. Valladares (Salvadoreño)
como todo ser humano,
me iré con dolor profundo
por no haber sido peruano.
Pero me iré sin rencor
ni despecho alguno,
porque yo tuve
el honor
de conocer a más de uno.
Pido que en mi funeral,
me prendan más de una vela,
me canten 'El Cóndor Pasa'
y la 'Flor de
la Canela'.
Cuando me estén enterrando,
quiero que sea
algo bello,
que lloren 'Los Morochucos'
y me canten 'El Plebeyo'.
Le pediré a mi familia,
que a pesar de mis costumbres,
me saquen de New York
y que me entierren en Tumbes.
Les pediré un
gran favor :
Si les gusta lo que he dicho,
que me hagan el novenario en Machu Picchu.
Que me
entierren una noche mientras la Luna ilumina,
y que mi ataúd vaya cargado, por mi amigo Mauro Mina
.
Cuando Maurito se canse, que me carguen unas llamas
y que atrás vayan cantando 'Los Chamas'.
Que vayan todos los días a poner un ramito de flores
pero sin lágrimas ni tristezas.
Que escriban sobre mi cripta, que mi hermoso sueño,
además de ser peruano, era haber sido Limeño.
Cuando descanse en la fosa y mi alma agarre vuelo,
yo quiero que en vez de un ángel, un Cóndor me suba al
cielo.
Pero si voy para abajo, escuchen bien lo que hablo,
muy tranquilo y sin relajo, así yo le diré al diablo:
Prepara tu voz cornudo, preparar porque tú,
cantarás fuerte y agudo conmigo, ¡Viva el Perú!
Y si no lo cantas bien, te disculpas, te me hincas,
respetarás, Oh malvado, al Imperio de los Incas.
Ahora vas a beber, Pisco y Chicha en una barra
y vas a cantar conmigo, «Cuando llora mi guitarra».
No importa donde vaya, sea arriba o sea abajo,
gritaré todos los días: ¡VIVA EL PERU, CARAJO.
Este poema que en verdad es hermoso, no deja de tener sus años, de antigüedad. Imagínense, nos habla de que cargará el féretro: Mauro Mina. Ah, eso me hace recordar al vino de las bodas de Caná de Galilea, porque ese es el sabor que tiene el vino peruano. Y si hablamos de pisco nunca habrá más pisco, que pisco peruano, que es para el paladar de Dios. Y que el mundo se acabe porque como Perú, no hay dos...
Bonito poema, escrito por un salvadoreño. Gracias por querer a mi Perú
ResponderEliminarQue honor nos hace solo con su pensamiento de peruanidad sin haber nacido en el Perú.
ResponderEliminar