EL MAMBO «CEREZO ROSA» DE PÉREZ PRADO
Era fascinante, escuchar a los adolescentes, de la banda de música, de LA GUE «BARTOLOME HERRERA», de San Miguel, interpretar EL MAMBO «CEREZO ROSA» DE PÉREZ PRADO, bueno eran los tiempos, de ORO, en que se encontraba en la dirección el Dr. Jorge Castro Harrison, el mejor de todos.
Siempre hay un maestro que guía todo. Recuerdo que me hice amigo de un trompetista, de teclado, que no recuerdo su nombre ni apellido, pero era tan muchacho como yo y hasta menor creo, pero tocaba, la trompeta, como los dioses. Un día nos encontramos en EL MAJESTIC, gran salón, que hasta ahora queda en la Avenida Bolívar, Pueblo Libre, local que lo alquilaban para realizar fiestas sociales. Era maravilloso ingresar a ese local lleno de espejos relucientes.
Ahí lo encontré con su cara de niño, pero ganándose los frejoles como los buenos. Yo pensé que no me iba a dirigir la palabra. Total él, estaba entre los músicos mas importantes. Me dijo Hola. Como a ellos les pasaban la cerveza en caja, cogió dos y me las obsequió. Ahí empezó todo. Me convertí en un tipo famoso. Era amigo de uno de los músicos y todavía me había obsequiado dos cervezas, para mi solo. Comenzaron a llover las chicas y los muchachos. Después, de eso, la fiesta, se animo y el grupo me hizo suyo; yo que no conocía a nadie y como echaba mi ritmo siempre fui bien bailarín, encajé en el grupo. Lo dejo ahí.
Ahí lo encontré con su cara de niño, pero ganándose los frejoles como los buenos. Yo pensé que no me iba a dirigir la palabra. Total él, estaba entre los músicos mas importantes. Me dijo Hola. Como a ellos les pasaban la cerveza en caja, cogió dos y me las obsequió. Ahí empezó todo. Me convertí en un tipo famoso. Era amigo de uno de los músicos y todavía me había obsequiado dos cervezas, para mi solo. Comenzaron a llover las chicas y los muchachos. Después, de eso, la fiesta, se animo y el grupo me hizo suyo; yo que no conocía a nadie y como echaba mi ritmo siempre fui bien bailarín, encajé en el grupo. Lo dejo ahí.
La banda era tan conocida, por su calidad que fue requerida, varias veces, en la Feria Internacional del Pacifico que se realizaba en la avenida La Marina y hasta ahí llegó contratada. Ya se imaginarán cómo deslumbró ahí, nuestra banda de música, llegando a hacer las delicias de la concurrencia. Los famosísimos Héctor Lavoe y Celia Cruz, que se habían enterado de la fama de nuestra banda, los buscaban para conocerlos, porque su fama era inmensa. Es ya lo narré anteriormente.
No tengo foto de la banda, para colocar en el presente articulo. Pero si encuentro alguna por ahí, la pondré mas adelante, de todas maneras.
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