LA PROCESIÓN DE LA BANDERA EN LA HEROICA TACNA

LA PROCESIÓN DE LA BANDERA EN LA HEROICA TACNA

PERCY ANTONIO COLLAO ALVA


Desde el 28 de agosto de 1929, se celebra la Reincorporación de Tacna al Perú. Este acto es celebrado con motivo a que Tacna fue devuelta por Chile al Perú de acuerdo al Tratado de Lima, cautiva durante 50 años después de ser tomada durante la guerra del Pacífico. Desde entonces se celebra con unción patriótica, cada día, como hoy, todos los años. Lo peculiar de este acto es que las mujeres, exclusivamente, son quienes portando una gigantesca bandera, realizan la procesión por la principales arterias de la ciudad heroica.
Se cuenta que Chile enviaba a su peor gente para hostilizar a los tacneños; pero nunca pudo doblegar ese sentimiento patriótico de identidad con el Perú. Tuvimos muchos muertos, pero nunca se doblegó el férreo espíritu de las mujeres que inculcaban a sus hijos el amor al Perú. Los chicos de ese entonces estudiaban en casas clandestinas, para mantener ese fervor, ese sentimiento. Ningún peruano asistió a las escuelas que había implantado el invasor, con la finalidad de modificar los sentimientos del sufrido pueblo tacneño.
Se cuenta que las mujeres hicieron las gestiones para realizar la primera procesión de la bandera. Al comienzo el mando militar que estaba al frente de la ciudad no aceptó; pero fue tanta la insistencia de nuestras damas que la autoridad cedió, El General Vergara, jefe militar de la ciudad, respondió: «tienen ustedes el permiso que solicitan; pero con la condición de que me garanticen, bajo responsabilidad personal, que, al conducir la bandera por las calles, el pueblo peruano no hará manifestación alguna de carácter patriótico. Exijo, desde luego, de un modo concreto, que no haya aclamaciones, ni vivas, ni el más leve grito que signifique, ni remotamente, una provocación para el elemento chileno»


Las damas aceptaron y así fue. La Procesión, de la Bandera, marchaba silenciosa, de los balcones la gente iba arrojando flores al paso de nuestra divisa. De pronto en una esquina apareció un hombre, bien mayor, con muleta, se cuadró marcialmente como pudo, se acercó a la bandera la cogió y dándole un beso lloró amargamente el cautiverio en que se encontraba. Era un viejo soldado que había sobrevivido a los famosos «repases», que hacían los «valientes mapochos», ultimando con bayoneta calada a todos los soldados, peruano, heridos, caídos, en combate. La Procesión continuó con su rumbo y una vez que llegaron a la sociedad de artesanos de Tacna, recogieron fervorosamente nuestro pendón y lo guardaron devotamente para el próximo año.

Es interesante leer las crónicas de Jorge Basadre y Federico Barreto. El primero, nuestro historiador de la república, estaba muy niño en ese tiempo. Federico Barreto, es el poeta de la resistencia, vive en carne propia la invasión. No hay lugar a la duda, no hay lugar para la debilidad. Demostrando entereza, todo el pueblo peruano, voto por retornar al seno de la patria. Cosa que no se pudo con Arica ni Tarapacá, donde el acoso y el exterminio de los peruanos fue inmisericorde.


Esa Procesión de nuestra bandera que se estará llevando a cabo será un hermoso recuerdo del retorno al Perú.
Me quedé corto. Viva el Perú.

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