EL PRÍNCIPE DE LA CANCIÓN DE ASOMO A LA INMENSIDAD
JOSÉ JOSÉ
EL HOMBRE SOLITARIO
El
15 de marzo de 1970, tenía 22 años cuando participó representando a México con el tema El triste, de Roberto Cantoral
García en el
II Festival de la Canción Latina, que después sería el Festival OTI. Obtuvo
el tercer lugar en el Teatro Ferrocarrilero de la Ciudad
de México.
Entre las anécdotas que contaba José José, nos dice que como tenía cara de niño, pues usaba el cabello muy corto, sus orejas parecía un Volkswagen con las puertas abiertas. En otra oportunidad va al local de baile y le dice al que cuidaba la entrada
- Amigo, voy a ingresar.
- ¿Y por qué?
- Es que yo trabajo aquí. Toco el Contrabajo.
- Si, pues, fíjate, yo soy el dueño del local ¿Qué te parece?
- En verdad. Si quieres ve y pregunta.
El hombre ingresa al local. Al poco rato sale y él mismo le dice
- Entra, vaya que el chamaco, trabajaba aquí.
- Amigo, voy a ingresar.
- ¿Y por qué?
- Es que yo trabajo aquí. Toco el Contrabajo.
- Si, pues, fíjate, yo soy el dueño del local ¿Qué te parece?
- En verdad. Si quieres ve y pregunta.
El hombre ingresa al local. Al poco rato sale y él mismo le dice
- Entra, vaya que el chamaco, trabajaba aquí.
A los 15 años daba serenatas y ganaba un dinero para apoyar a la casa, porque su padre había abandonado el hogar.
Se dice que era barítono, pero realmente José José, nunca estudió música en ningún lado.
Se dice que era barítono, pero realmente José José, nunca estudió música en ningún lado.
Cierta vez la bolerista, cubana, Olga Guillot contó que estando en una fiesta coincidió con aquel joven cantante aspirante a estrella, quien la impresionó sobremanera por su forma interpretativa y la calidad de su voz.
- ¿Cómo te llamas?
Le preguntó ella.
- José Sosa
Le respondió tímidamente.
- ¡Eso se oye muy endeble!,
Replicó Olga, una mujer de carácter fuerte y temperamento a toda prueba.
- Desde hoy te llamarás José José
Lo sentenció para siempre.
Le iba muy bien hasta que su cuñado, representante, lo dejó sin dinero; por supuesto apoyado por su esposa, hermano del rufián.
Debido a esto se dedicó a la bebida. Aunque siempre cumplía con sus contratos, pero siempre se presentaba en total estado de ebriedad.
Realmente el mismo José José, cuenta que debido a su afición al alcohol, muchas veces dormía en la calle, en autos y se juntaba a beber con cualquier borrachín que le ofreciera trago. Y enseguida se ponía a cantar.
Llegó un momento en que José José, luego de ser rescatado por su madre, va a un centro de rehabilitación y al salir decide ir al buscar a Juan Gabriel, a quien lo saluda
- Ay, don Juan Gabriel ¿no tendrá una canción para mi?
Entonces el Divo de Juárez le respondió
- Cómo no para EL PRÍNCIPE DE LA CANCIÓN, no tengo una sino varias,
adelante por favor.
Y así es como que como quedó bautizado como EL PRÍNCIPE DE LA CANCIÓN. A la vez le entrego la canción «Ya lo pasado, pasado»
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