LA VIDA TE DA SORPRESAS, SORPRESAS TE DA LA VIDA, AY DIOS. EL BUEN ALBERTO, RESULTÓ QUE FUE UN EMPRESARIO EXITOSO. Y JOVENCITO Y DURANTE LA DICTADURA. ES UN ORGULLO TRASLADAR TUS DECLARACIONES A LA HUMILDE «ESQUINA DE PERCY ANTONIO»
ALBERTO KU KING, EMPRESARIO

Mi apoyo y solidaridad con los jóvenes emprendedores empresariales del Perú.
Cómo tener éxito en proyectos como la fábrica que fundé, también cómo ganarse la confianza de sus clientes y proveedores.
Un requisito importante, pagar impuestos en su día y atender las necesidades de los trabajadores.
Inclusive, promover la sindicalización como una manera democrática de que trabajadores y empresarios coadyuven en el interés común de gozar de bienestar de los trabajadores, que contribuyan a la producción y productividad.
En 1973, durante el gobierno militar del general juan Velasco Alvarado, tome la firme decisión de crear empresa y promover en la industria nacional a jóvenes emprendedores.
Con un capital inicial de cinco mil dólares, emprendí la experiencia más fascinante de mi vida.
Adquirí 20 máquinas de coser industriales marca Singer, cortadoras y remalladoras.
Obtuve crédito de las fábricas textiles muy conocidas en el mercado, al tiempo de seleccionar a más de 30 jóvenes costureras.
Logré armar un depósito de materia prima con toneladas de fardos de tela bramante para confeccionar material de línea blanca en colchas, sábanas, fundas, y campos de todas las medidas para salas quirúrgicas.
Clínicas privadas y el propio hospital militar central fueron mis clientes.
El negocio industrial por volúmenes fue todo un éxito, con facturaciones que superaron mis expectativas.
Tercericé contabilidad, control de calidad, distribución y capacitación.
El control de insumos era vital: telas, agujas, conos de hilado y aceite 3 en uno para limpieza y lubricación de la maquinaria.
En el primer año de operaciones tripliqué mi capital de trabajo, y fortalecí stock de materia prima.
Mi cartera de clientes creció exponencialmente, al punto que nos dimos el lujo de otorgar crédito a los clientes, hasta de 45 días para el pago de facturas.
En poco tiempo iniciamos la confección de uniformes y todo tipo de accesorio para médicos y enfermeras, con plantillas compradas a proveedores de Estados Unidos.
Yo había cumplido 24 años, mientras mi personal operativo (confeccionista) y administrativo aumentó de manera positiva.
En los siguientes años, mientras ejercía el periodismo en la agencia internacional de noticias ANSA, y trabajaba como administrador de la clínica Pinel de capacidad para cien pacientes, el negocio de las confecciones me generaba enormes satisfacciones.
Debido a mis tres compromisos y responsabilidades, dormía un promedio de cinco horas diarias.
El ministerio de Industria y Comercio del Perú, me otorgó el registro industrial certificado 63913 el 13 de noviembre de 1973.
Cuando uno se propone tener éxito en la vida, el mejor consejo es actuar con honestidad y compromiso de hacer las cosas bien.
A los trabajadores que me acompañaron en este proyecto empresarial, muchas gracias por su extraordinario concurso.
Y a mi patria por darme la oportunidad de desarrollarme con éxito.
Un muy buen ej para los jóvenes y los no muy jóvenes excelente amigo
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