LA PROCESIÓN, DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS DE MAGDALENA DEL MAR, CARGADA POR CUADRILLAS DE NIÑOS Y ADOLESCENTES.
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA


Las madres de familia portaban agua mineral, para aplacar la sed de los pequeños. Nuevamente acá se cumple la palabra de Cristo «Si quereís ingresar al reino de los cielos tienen que ser como los niños»: no mentir, no proferir ofensas, ser limpios de corazón.
Las cuadrillas de los niños se iban turnando de acuerdo a la programación establecida. Mientras un grupo cargaba las sagradas andas, otro grupo estaba a la espera de su turno.
Terminado el turno del primer grupo de niños, fueron llevados a un lugar a refrescarse y tener el descanso correspondiente. Fue impresionante cómo los niños en sus pequeños hombros hacían avanzar las andas por las arterias programadas..

Fue ceremonioso, el acto de ver a los niños reconfortados en su fe portando en hombros a nuestro Divino Salvador.
Ya para finalizar los adolescentes y púberes tomaron la post, hasta llegar a las puertas de la Parroquia «Sagrado Corazón de Jesús».
Cumplida la misión los hermanos menores, se tomaron sendas fotos para el recuerdo de tan magno evento.
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