LOS QUE SUFREN, SIEMPRE, SON LOS NIÑOS
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA
En cualquier problema familiar, siempre quienes pagan los platos rotos son los más pequeños del grupo que atraviesa la crisis: hijos, nietos, etc.
Si se trata de la separación de los padres por las causales que sean, en medio están los hijos, el hijo o la hija. Se llega a extremos judiciales por la patria potestad. Aún más los hijos siguen sufriendo si el padre no asume la responsabilidad de la manutención, Tiene que ser el Poder Judicial que resuelva estos casos. Existen padres que prefieren que los echen de sus puestos de trabajo, con la finalidad de no cumplir con sus responsabilidades como padres. Otros cobardemente llegan al femicidio.
Pero el caso que nos llama la atención y en verdad afecta gravemente son las hijas de la sra. K. 
Como todos sabemos la ambición de Keiko por el poder, le a hecho contratar un ejército de cerca de 12 abogados a cuya cabeza se encuentra la Dra. Giulliana Loza. Quien está demostrando toda su capacidad y conocimientos con la finalidad de demostrar, probar la inocencia de su patrocinada. Total es su tarea.
Hasta ahí todo claro. Pero Alberto Fujimori se ha puesto en el lugar de sus nietas e hijas correspondiente. Y Keiko Fujimori, priorizó su rol como madre.
Esas niñas, qué sentirán cuando lean los titulares de los principales diarios y los noticieros -si las dejan ver-. El dolor, la pena, la vergüenza ajena afectará, de todas maneras su desarrollo emocional.
Sabemos el origen de Keiko, todo lo que no hizo por su mamá, cuando su papá, el condenado por genocidio, la envió a torturar, prefirió el poder que ponerse de lado de la autora de sus días. Todo porque Susana Higushi denunció una verdad el tráfico de las donaciones japonesas para los más humildes peruanos. Prefirió, ser la Primera Dama de la Nación
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