EL RECUERDO DE RANRAHIRCA, QUE DESAPARECIO HACE 50 AÑOS-

EL RECUERDO DE RANRAHIRCA, QUE DESAPARECIÓ HACE 50 AÑOS
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA

Ese trágico hecho, sucedió un trágico, domingo 31 de mayo de 1970, a las 3:23 p.m., un terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter provocó el desprendimiento de un gran pedazo del nevado Huascarán, que cayó sobre lagunas glaciares y originaron un aluvión que borró del mapa al pueblo de Yungay que dio como resultado el desastre de la desaparición, total, propiamente el distrito de Ranrahirca.  
Gobernaba el país, la Junta Militar, encabezada por Juan Velasco Alvarado. Se dice que al enterarse de la noticia, JVA pidió quedarse a solas, por un momento. Uno de sus indiscretos edecanes, contó después que el hombre fuerte de la Revolución peruana se derrumbó, lloró amargamente la tragedia, sobre su escritorio.
Se dice que Ranrahirca viene de dos voces quechuas ranra, pedregoso, y hirka, morro, de lo que resulta Ranrahirca significa morro pedregoso.
Por otro lado se cuenta también, que –años antes-, en 1962, dos científicos norteamericanos, David Bernays y Charles Sawyer, habrían informado de la existencia de un enorme bloque vertical de roca, cuya base estaba siendo socavada por un glaciar, lo que podría provocar que estuviera a punto de caer. Y arrasaría Yungay. Según, se dice que cuando Sawyer, cuando informó de este posible hecho en el diario Expreso, el 27 de septiembre de 1962, el gobierno peruano les ordenó que se retractaran, bajo amenaza de prisión.  Los científicos, temerosos de que sucediera esto se retiraron prontamente del país –porque gobernaba en ese entonces Ricardo Pío Pérez Godoy, que por primera vez encabezó un golpe militar contra el hijo del traidor de la guerra del Pacífico, Manuel Prado, con el Comando conjunto de la FFAA, nunca antes, había sucedido esto, los golpes militares los propinaba el Ejército-.
Los diarios informaban de muchas otras cosas, hasta del estado del tiempo en diferentes zonas, del país. Y a los ciudadanos, de a pie, se les prohibió hablar de la inminente catástrofe.
Ocho años más tarde, la predicción se hizo realidad.
En ese tiempo pedían voluntarios, nacionales para ayudar al rescate. Recuerdo que uno de nuestros compañeros del la GUE «Bartolomé Herrera», Ernesto Gerardo Soto Burgos, alto para nosotros que éramos chatos; él en
silencio sin decir una sola palabra se enroló. Se desapareció como un mes «el negro», aunque no es negro, es tostadito por el sol piurano. Cuando retornó, nos contó la realidad triste que había vivido en la zona. A los voluntarios les prometieron todo tipo de ayuda. Pero no nos dieron ni agua hermano, cómo quería comerme una naranjita, para la sed, no había ni qué comer. Todo daba pena, los muertos, humanos y animales, yacían semienterrados. Era para llorar la desolación. Dormíamos a la intemperie y hacía frío. Una sopa por la noche, para calentar el cuerpo y a dormir. Al día siguiente a seguir con la tarea. Así estuve como 20 días. Ya no pude más. Dije la verdad que tengo 17 años. Me regresaron rápido a Lima y me dejaron botado en el paradero. De ahí tuve que caminar hasta mi casa. Mis padres se alegraron, pero me renegaron. Descansé dos días y aquí me ves en 5to «D», como si nada hubiera pasado. Esa parte del Perú, está totalmente olvidada». Fuerte, triste, doloroso: pero era la realidad del testimonio de un voluntario cuando ocurrió el desastre de Ranrahirca. Pronto nos reuniremos mi hermano Ernesto, que pase toda esta situación.

Con el tiempo la ingratitud es inmensa y el olvido lo convierte en la noche más oscura; el silencio nos convierte en cómplice de la ingratitud. Nadie, por temor, habla, escribe, que durante el gobierno de JUAN VELASCO ALVARADO –piurano de nacimiento-, el mismo Comandante Fidel Castro Ruz, llegó a nuestro país, inclusive le obsequió una moderna metralleta al «Chino». Tampoco nadie escribe que la solidaria Revolución Cubana, envió, en ese entonces, de inmediato, 100 hospitales portátiles –porque tenían que moverse de un a otro de acuerdo a las necesidades-, y también un centenar de médicos, con medicinas incluidos. Los lacayos del imperialismo, los periodistas lame plantas de zapatos lustrosos que les pagan bien no informan acerca de este grandiosa solidaridad.
Pero retrocediendo, hacia 1860, a la zona se le conocía como Yungay hermosura, ese el nombre que le puso Antonio Raimondi por la presencia del Huascarán, la Laguna de Llanganuco y sus hermosas mujeres
Esta hermosa tierra vio nacer a grandes personajes como: El Monseñor, Luis Bambarén Gastelumendi. Sacerdote, obispo de Chimbote desde 1983 hasta el 2003, «El Obispo de los pobres», estuvo voceado para reemplazar a Juan Landazuri y ser Cardenal, pero prefirió su labor con los humildes. También ahí nació, Rubén Romero Méndez, docente de matemáticas, autor de textos de la especialidad para enseñanza secundaria y preuniversitaria, natural de Shupluy.
Y la muy famosa y hasta ahora vigente, Angélica Harada o bien Princesita de Yungay, hija de japonés y de madre campesina.
Yungay es considerada también como la Capital de la cordillera tropical más alta del mundo: La cordillera Blanca. La Provincia de Yungay ocupa parte del llamado Callejón Huaylas, Callejón de Conchucos (Yanama) y la costa de Ancash (Quillo) y está localizada entre los Km. 444 hasta el Km. 468 al norte de la Ciudad de Lima.

Fuentes dignas de crédito, nos informan que el 29 de enero del año 1891, el arquitecto suizo Arnoldo Ruska presentó a la Beneficencia Pública de Yungay los planos para edificar un cementerio para Yungay. Arnoldo, era casado con la yungaina Rosa María Lago Terry, y vivía en la zona desde 1870.
Posteriormente el director de la beneficencia Francisco Torres dio el permiso para la construcción y concluyó la tercera plataforma dos años después, ese mismo año, se inauguró el arco de entrada a dicho piso.
Lo penoso fue que Arnoldo muró en junio de 1903. Sus restos reposan desde diciembre de 1933 en el mausoleo instalado en la tercera plataforma circular, eso lo hizo la Sociedad de Beneficencia Pública de Yungay.

Como nada puede quedar en el olvido, el Concejo Provincial, recibió los nuevos planos de la cima del cementerio y el presupuesto de los materiales de construcción que ascendían a 90 mil 706 soles. Filomeno, manifestó que el trabajo demandaría 6 meses de labor, pero que el no pensaba cobrar ni un centavo por su obra. La propuesta se aprobó y en mayo del año 1965 se iniciaron las obras, aprovechando el término de la temporada de lluvias. 
La obra fue inaugurada el 16 de enero de 1966, con la presencia de toda la comunidad yungaina y del callejón de Huaylas, entregándose a Filomeno un Diploma de agradecimiento así como un simbólico premio pecuniario que le permitiera cubrir en parte el sueldo de su asistente. 
El misionero fray José de Guadalupe Mojica, Jalisco, México, dijo: “En ningún lugar del mundo que he recorrido como artista y como fraile se me ocurrió morir, aquí si y me gustaría que me entierren, pero con una condición: que me dejen en el nicho dos huequecillos para aun de muerto seguir contemplando tanta belleza”
Con el pasar de los años se dice que, Yungay, tiene las siete maravillas naturales: los nevados Huascarán -el más alto del mundo con 6 mil 768 metros snm-, Huandoy que lo conforman -Huandoy Este, 5900 m; Huandoy Norte, 6395 m; Huandoy Oeste, 6355 m; Huandoy Sur, 6160 m; se llega través de la quebrada de Llanganuco en la provincia de Yungay, y se encuentra al norte del monte Huascarán-, la laguna de Llanganuco, el Cerro Pan de Azúcar, la famosa Cueva de Guitarreros. Modernos tenemos el Cementerio que tiene la forma de una torta, de varios pisos, constituyéndose uno de los cementerios más grandes del mundo, visto desde lo alto, sobre la parte más alta del Camposanto se yergue el imponente Cristo de once metros de alto, todo de blanco.

En la actualidad, Yungay ofrece al turista una estadía agradable. Tiene 15 hoteles para albergar 350 huéspedes en y algunos hostales en el centro de la ciudad y en varios distritos. Antes te recibían los paisanos y muchas veces dormías cubierto con pellejos de carnero, en humildes casas de piedra y adobe.
En 1984, fuimos con 5 buses, de un empresa que no recuerdo el nombre. Nos recogieron de Ventanilla-Callao, a eso de las 8 de la noche. La caravana era espectacular. Íbamos con padres de familia. Yo era el único docente, que iba al frente, total era tutor de toda la promoción que llevaba el nombre del famoso filósofo francés «Jean Paul Sartre», padre del existencialismo materialista. Los chicos de ese entonces iban felices, bromeando jugando. No quiero mencionar nombres, porque lastimaría a mucho con mi olvido involuntario. Les pido disculpa, los años no pasan en vano. fue casi una semana de jolgorio, diversión. Todo era sano en ese tiempo. Lo único que nos preocupaba era la subversión. Pero los padres y quien escribe, ábamos dispuestos a todo, lo importante eran los chicos que tenían que divertirse en su viaje de promoción. Al llegara a Yungay nos encontramos con unas palmeras de escasamente medio metro de altura. El guía que nos orientaba nos contó que 17 metros abajo yacían, bajo lodo y piedras todo el pueblo enterrado. Era doloroso. Parte más abajo, nacía el nuevo Yungay. Nuestros paisanos no habían aprendido la lección.

Y esa es una cruda verdad, aún nuestros paisanos siguen construyendo viviendas en el medio de las quebradas, un fenómeno que se aprecia en todo el país. Triste realidad no hemos aprendido. Todo el legado cultural que nos dejaron nuestros ancestros pre-incas, fueron borrados por los españoles, no lo tomaron en cuenta. Y sobre eso vivimos, sobre esa base. Los españoles, invasores hicieron sus casas en lugares de correntadas, en los conos aluviónicos, porque en España no tienen ese problema y buscaban lugares planos, cómodos e incluso les parecía tonto que la gente -en el Perú que estaba siendo destruido por España-, viva en los cerros. Pero la gente vivía en los cerros para prevenir los aluviones, eso era la cultura preinca e inca. No tomamos en cuenta los seis o siete mil años anteriores donde hubo una gran cultura de saber respetar los espacios para vivir.
Y en ese sentido, se cuestiona por qué, por ejemplo, el distrito de Ranrahirca, arrasado en 1962 y 1970 por sendos aluviones, sigue asentado en el mismo lugar exponiéndose a una nueva catástrofe. Se han movido apenas un par de cuadras, pero están en el mismo cauce.
Hoy día cuenta, además, con una prestigiosa cadena de restaurantes, en los que puede degustar sus platos bandera como el picante de cuy, la pachamanca, el ceviche de chocho y la inigualable chicha de jora o chicha blanca.
El estado peruano tiene una gran deuda con el Perú profundo. Hoy Gobierno Regional de Áncash ha aprobado un presupuesto de  23 millones de soles para asfaltar la carretera Yungay-Llanganuco, es necesario trabajar en las vías que conectan a Yungay con las ciudades de la sierra y la costa ancashina.
Es una pena que solo se nuestre lo de hoy. Yungay es hermoso, pero mientras no promocionen todos los productos que produce ancash, su jamón, su miel, su maíz de las alturas que es mas dulce, que el maíz que procede del valle, su manjarblanco, sus rosquitas, etc. Mientras no se conozca las hstorias de Atusparia, Luis Pardo, etc. No estamos haciendo nada por nuestro Perú.

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