VESTIMENTA DE LA COYA EN EL TAHUANTINSUYO - PUNTO DE VISTA DE UN PERUANO


VESTIMENTA DE LA COYA EN EL TAHUANTINSUYO
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA.

Para empezar y explicar cómo y por qué se comenzó la «europeización» de la vestimenta en lo que fue el Virreinato del Perú hay que precisar que esta tarea fue realizada por el miserable homicida: virrey Francisco Toledo –hizo asesinar a Túpac Amaru I-, él fue que prohibió a toda nuestra población nativa que a partir de 1571 no se usase prendas de estilo inca, y ordenó que el uso de prendas debía de ser de tipo europeo. Todo como parte de la política de destrucción de cualquier resistencia nativa a la dominación española. Sin embargo esta vestimenta se ha seguido utilizando en algunas regiones en su mismo estilo. En algunas zonas se le han realizado algunos cambios.

El Anaco o Acsu es un gran manto rectangular, que tenía una abertura en el centro, por donde entraba la cabeza y cubría todo el cuerpo. Con esta prenda se entallaba la figura de la mujer. A la altura de la cintura se colocaba el chumpi o la faja y con ella se envolvía, se sujetaba, tomaba forma el talle de la mujer, se dice que de acuerdo a la dimensión de la cintura, en algunos casos daba entre tres, cuatro y hasta cinco vueltas. El chumpi estaba sujetado por unas tiras que permitían amarrar a la prenda. La abertura del anaco era amplia y llegaba hasta donde empiezan los senos de la mujer. Por la espalda era otro tanto.

Para cubrir tanto el pecho como la espalda llevaba una manta llamada Lliqlla -algunas veces esta prenda llevaba, algunos adornos, pero la mayoría era de un solo color-, la misma que estaba apoyada sobre los hombros y estaba sujeto en el pecho por un gran alfiler de plata u oro, según la jerarquía de la mujer;estos eran denominados tupus. El Tupu de la Coya llevaba piedras incrustadas delicadamente.

Eso si la Coya era vestida de pies  a cabeza, por unas jóvenes y bellas mujeres que estaban a su servicio; ella sólo se mantenía de pie con los brazos extendidos, de acuerdo a como la iba vistiendo.

Finalmente en sus pies llevaba una especie de calzado, confeccionado de piel de vicuña, muy delicada, muy fina. De ninguna manera utilizaba, en la cara, algún polvo o colorante, para realzar su belleza. Todo era natural.

Recuerdo que cuando bailaba para la Compañía Folklórica «Acuarelas Folklóricas del Perú», que dirigía Olga Espíritu de Ignacio, profesora de la Escuela de Bellas Artes, fuimos a su tierra Tupe y alcancé a ver a algunas mujeres utilizar la vestimenta que he descrito. También logré, ver a algunas mujeres, mayores y jóvenes, cuando fui a Ayavirí, sierra de Lima. Años después cuando estudiaba una Maestría en HISTORIA, en la Universidad Nacional «Enrique Guzmán y Valle», La Cantuta, donde fue mi profesor el Historiador, Dr. Juan José Vega Bello, él me confirmó todo lo que les he narrado. Bromeando con nuestro maestro algún profesor preguntó indiscretamente ¿Y la ropa interior? Nuestro maestro nos respondió con la mayor naturalidad, no utilizaban, ni hombres ni mujeres. Y finalizó: todo era al natural, en ese tiempo. Causando una hilaridad en el aula, por cierto.

El anaco fue declarado patrimonio cultural en el año 2009, en el distrito de Camilaca, provincia de Candarave en Tacna, y es usado de manera similar a su forma primigenia en regiones tan distantes como Camilaca (Tacna), Tupe (Lima) o Sondorillo (Piura).





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