DEBEMOS ERRADICAR EL FUJIMORISMO
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA
Mucho se puede hablar de César Hildebrandt. Tiene muchos detractores. Pero que haya caído en las garras de la corrupción, el venderse por unas cuantas pesetas; es con seguridad nadie se lo podrá enrostrar.
A través del tiempo, hemos sido testigo cómo ha sido echado de diferentes canales de televisión. Y el que más se recuerda es el que protagonizó con Genaro Delgado Parker.
Duela a quien le duela, Hildebrandt, es una voz autorizada. Lo que dice lo hace con claridad y de frente. Montesinos se la tenía jurada, inclusive lo condenó a muerte. Pero no pudo, por las razones que todos conocemos.
«DEBEMOS ERRADICAR EL FUJIMORISMO», dice el titular y es cierto. Y hay que decirlo tantas veces sea necesario. LA FAMOSA RECUPERACIÓN ECONÓMICA, la pagaron los hogares más humildes. Mucha gente no tenía trabajo cuando dió el tremendo «paquetazo». Durante su campaña dijo «NO AL SHOCK». el derechista Mario Vargas Llosa, fue sincero, nadie le creyó y hoy día sufrimos las consecuencias. MachuPicchu, no nos pertenece, por el japonés traidor. En realidad los fujimori son una familia de mafiosos.
Una señora K, que se perdió en sus laberintos de «donaciones», que al final, judicialmente, se están demostrando que tienen otro origen y otro destino.
El menor de los hermanos K, también ha sabido amasar una fortuna con la compra de terrenos y hacer funcionar depósito de containers, etc.
LA PALABRA LA TIENE CESAR HILDEBRANDT. tiene toda la autoridad que se ha ganado a pulso de decir solamente la verdad.
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