PERCY ANTONIO COLLAO ALVA
En
el Perú, actualmente, existen tres tipos de azotes, flagelos: que no se están
combatiendo como debe ser. LA CORRUPCIÓN,
LA DELINCUENCIA COMÚN Y LA SUBVERSIÓN. Aunque, al parecer, hay un cuarto
que se está que se está tomado como porque se cumplen órdenes de organismos
internacionales: EL COVID-19.
La corrupción está tan
enraizada, que ningún presidente de nuestra época republicana se escapa a que
la haya salpicado. Aunque, quizás, puede
haber una excepción, José Luis Bustamante y Rivero. Y aquí hay que precisar
que todo el aparato estatal peruano, está infectado por ese terrible mal. El
legislativo, el ejecutivo y el judicial. La corrupción ha llegado a t
Por su parte el legislativo, «trabaja» leyes que favorecen a la grandes empresas transnacionales –las exoneró de cuantiosas multas de la SUNAT-, se hace de la vista gorda cuando hay evasión de impuestos de grandes empresas se ponen al descubierto. Pero es inmisericorde cuando se trata de favorecer a las MYPES. Ojo, y fueron elegido por el voto popular, directo, en base a las promesas que formularon durante su campaña electoral.
Por su parte el ejecutivo, teniendo en sus manos el poder de elaborar Decretos de Urgencias, a favor de los humildes-, no lo hace; simplemente da vuelta a página como si no sucediera nada. Un Ministra de economía entreguista y un presidente traidor, qué más se puede esperar; ellos reciben sus comisiones y guardan el silencio más hermético posible. Ojo, y fue elegido por el voto popular, directo, en base a las promesas que formuló durante su campaña electoral.
Por
su parte el poder judicial, se sabe
que es «la casa de jabonero», quien no cae, resbala. Nadie está libre, por
angas o por mangas, una calumnia y la vida de una persona se va al desagüe
¿Cuántos jueces, que conocí cuando trabajaba en una universidad, hoy están
cumpliendo condena? No sé si los casos fueron justos o injustos. Pero toda su
vida perdida, jueces, docentes universitarios. Pero de que corre dinero se hace
un favor por otro favor, eso sí es cierto. En este poder, el pueblo no los
elige, tiene su forma muy peculiar que hasta heredan los cargos; esa si es una
gran verdad.
En
resumidas cuentas, el estado, que debe cautelar por el bienestar del pueblo, de
los humildes, no lo cumple. No lo hace porque la mayoría está podrido; en otras
palabras nuestro estado está podrido.
En
cuanto a LA DELINCUENCIA COMÚN, claro
que nosotros tenemos los nuestros, pero no son tan despiadados, avezados,
crueles, como los extranjeros que nos han caído. Primero nos cayeron los «refugiados»
cubanos, se dicen que fueron 800, que llegaron en 1980. Se les dio refugio en
diferentes lugares. Pero que no nos vengan con cuentos. No todos los cubanos
que llegaron al Perú, eran luchadores sociales que luchaban, por la democracia en
Cuba. Fidel zorro viejo, aprovechó y envió a gran parte de su lacra social, en
los diarios de la época figuran las crónicas de cubanos que asaltaban y
robaban. Bueno pues igual sucede, en la actualidad, con Venezuela. Un
delincuente es una carga para el estado, alimentación, vigilancia, medicinas,
etc. El mañoso de Maduro –que ya va para podrido-, les ha dado libertad a lo
peor de los criminales venezolanos y esos están haciendo quedar mal a los
buenos que han llegado. No hay que negarlo, algunos llaneros, varones y mujeres
son honrados y lo demuestran trabajando de sol a sol. Pero esos miserables
cobardes que le disparan un balazo, a una joven, en la cara, porque no se deja
robar el celular. Eso no tiene nombre; esos deben morir –sin miramientos-, en
enfrentamientos con nuestra PNP y los que capturen, juicio sumario y
deportarlos a su país, no faltaba más. Nuestros hampones están aprendiendo e imitando
esas miserias
LA SUBVERSIÓN, es la respuesta a
la explotación y la corrupción que vivimos. Aquel que diga que la subversión
está derrotada, está totalmente equivocado. Va a resurgir en el momento menos
esperado. Aquí una experiencia, verídica, sucedió en 1979, cuando era dirigente
del SUTEP,
Cierta
vez que habíamos sido capturados por la GC y nos llevaron al Potao, del Rimac,
tuvimos la osadía de conversar con un Coronel de Guardia Republicana –ellos nos
tenían a su cargo-, cuando en eso un compañero le preguntó
- Señor, disculpe para usted, quién es más peligroso un delincuente común o un delincuente social.
El
oficial, frunciendo el ceño, se cogió la barbilla y respondió
- Veamos, el delincuente común quiere dinero, joyas, pequeñeces; pero el delincuente social, quiere el poder, todo. Definitivamente el más peligroso, es el delincuente social.
Esa
respuesta nos hizo ver con claridad que el oficial era lúcido.
Ahora
entre LA SUBVERSIÓN y LA CORRUPCIÓN, veamos que dice el presidente
del Consejo de Ministros, Fernando Zavala, «el Estado estará vigilando las
actividades de Garrido Lecca y otros presos que vayan siendo excarcelados. "No
nos temblará la mano si tenemos que tomar decisiones para combatir el
terrorismo"» PERO DE LA CORRUPCIÓN
NO SE PRONUNCIA POR NADA.
Hay que tener en cuenta que en los años 80, la crisis en Perú, era tremenda, por la actividad de grupos armados, la mala situación económica y la inflación, que alcanzaba hasta 158% a inicios de los 80 y hasta 7.000% a finales de la década. Hubo secuestros, donde exigieron a cambio camionadas de arroz, fideos, carne, pollos, papas, aceite, alimentos; los cuales fueron repartidos en los pueblos jóvenes. Ese día cuántos humildes se habrán alimentado como debe ser ¿Alguna vez hemos visto a Roque Benavides, los hermanos Rodríguez, los Graña Montero o algún ricachón llevar alimentos a los más necesitados?
Uno de los errores de la CVR es que no se tomaron en cuenta qué se debería hacer con los presos por terrorismo que saldrían libres. Se trabajó a la improvisación. Nunca se elaboró un plan de reinserción social. Los partidos mentirocráticos, léase democráticos, nunca han estado capacitados para un debate ideológico, con ellos. El asunto fue que la derecha cavernaria que siempre gobernó al país. Nunca veló ni velará por las necesidades de los humildes, de los votantes, que al final son los que los eligen.
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