EL DIVISIONISMO EN EL PUEBLO PERUANO

EL DIVISIONISMO EN EL PUEBLO PERUANO
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA.
Es innegable que la juventud ha despertado en algunos países de América del Sur. Para mostrar su rebeldía utiliza las redes, se congrega y protesta realizando movilizaciones. Eso es muy bueno para la sociedad en su conjunto. Lo malo es que este movimiento es amorfo, no tiene alguien que la encabece: un líder. 
De otro lado es imposible concebir, aceptar a una juventud pasiva, amorfa, dócil y manipulable. Hay que tener en cuenta que la juventud va a tomar la posta muy pronto de las riendas de nuestro país. Y digamos las cosas con claridad  De otro lado también no todos los adultos van a estar de acuerdo con la plataforma de lucha de los jóvenes, eso es normal diría yo. Las razones son obvias: los jóvenes piensan como jóvenes y los adultos piensan como tales. 
Todo tipo de manifestación juvenil debe ser recibida con beneplácito; si los adultos se equivocan; ¿por qué los jóvenes van a estar exentos del error? Hay que tener en cuenta que en el Perú muchos fueron los jóvenes quienes elevaron sus voces de protesta. Ahora debido a su inexperiencia es comprensible que cometan errores; es seguro que muy gruesos. También hay que tener en cuenta que en toda movilización popular siempre van a infiltrarse indeseables, oportunistas, etc. Eso de ninguna manera puede, servir, ser motivo como para tipificar, identificar a los jóvenes como manipulables. Hay que tener en cuenta que los adultos alguna vez tuvimos esa edad. Movimientos sociales, revueltas, siempre van a suceder. De igual manera, siempre van a presentarse personas no están de acuerdo con los motivos que las protestas. Y ni qué se diga de los infiltrados.  
Aún así se deja sentir, se respira un aire nuevo. Eso es favorable para el pueblo en su conjunto. Pero esos movimientos a todos los peruanos no le va a caer bien. Esos que está en contra de las movilizaciones masivas de los jóvenes, le están haciendo el juego a la corrupción o es que quieren una juventud pasiva, no definitivamente no; esa es una juventud enferma, conformista, resignada a la suerte de los políticos cazurros corroídos por el óxido del lastre de una sociedad caduca, podrida que pide a gritos cambio.




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