LAS MUJERES QUE NUNCA PODRÁN CELEBRAR NADA

 LAS MUJERES QUE NUNCA PODRÁN CELEBRAR NADA

PERCY ANTONIO COLLAO ALVA

Hoy es navidad. Todos se desean: paz, amor, unión. Es el deseo de todos para todos los hogares del Perú y del mundo. Pero no, en todos los hogares, será así de ninguna manera. En algunos hogares faltará alguien importante que fue arrebatado por un cobarde. Los motivos, las causas, solamente las lleva en su mente el miserable homicida que acabó con una vida tan prometedora.

Si es inconcebible, hacerse justicia por mano propia ¿Por qué tiene derecho a la defensa alguien que, probadamente, mató a una joven, mujer, indefensa? ¿Es que la persona ultimada, por el solo derecho de ya no tener vida, también perdió el derecho a que sus familiares la defiendan? ¿En qué parte de la Constitución Política del Perú se establece esa aberración, de que los deudos clamen, reclamen justicia?

De otro lado una mujer maltratada por qué tiene que vivir con esa ignominiosa carga a cuestas, viendo a su agresor libre y hasta soportar el escarnio de la mofa de tener que tratar con él; ese es el caso de las esposas que fueron agredidas muchas veces verbal, psicológica y físicamente, por el nada hombre; con quien procreó una prole.  

La mujer ultimada ya no celebrará, nunca, jamás, uno solo de sus cumpleaños; una misa, una reunión familiar, donde el tema central será la evocación, el recuerdo del ser querido arrebatado ignominiosamente. El cobarde si celebrará con toda libertad y a sus anchas y gustos, todos los cumpleaños que quiera y pueda; a su regalado gusto. Injusticia más grande de la vida. Una de las tantas miserias de que adolece nuestro sufrido país.

En el próximo año, del bicentenario de la proclamación de nuestra independencia, todos albergamos la esperanza de que el gobierno central reconozca de una vez por todas en declarar a la sociedad peruana en emergencia de salud mental.

Apuntaremos hacia esa meta. Ya hemos empezado, seguiremos en esta brega, en esa lucha. Nunca claudicar, nunca retroceder. Ser implacables con esa lacra social que significan los femicidas. Basta con los crímenes impunes contra las mujeres. Basta de componendas, arreglos bajo la mesa. ES TIEMPO DE DECIR RESPETO A LA VIDA Y CUERPO DE LAS MUJERES. Cadena perpetua a los miserables, cobardes, femicidas; que no tengan posibilidad de reducción de condena, bajo ningún motivo.

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