Simplemente Martha Zapata, siempre sonriente, siempre escribiendo palabras que brotan del alma. Intelectual, como pocas, femenina como muchas. Pero sola y única: Martha Zapata.
CADA CUAL CON SUS MUERTES
Cada cual vive sus muertes
como mejor le apetece.
Mi madre siempre ha tenido
una dignidad tan grande
que escondía su dolor debajo de la falda
y sufría horrores cuando
se le escapaba una herida por los ojos
o por un descuido que
consideraba imperdonable
lanzaba una queja
y el sudor ponía su cansancio en evidencia.
Desde que empezó a perder
la agilidad del cuerpo siente tanta humillación
al tener que pedir ayuda para desplazarse,
que prefiere caminar únicamente
cuando le es estrictamente necesario.
Otros han muerto de hambre
antes de declararse pobres
o ignorar cosas "sencillas",
para evitar que su ego sufra
admitiendo que está a oscuras.
Sin embargo siempre son más los
que se victimizan y exhiben sus llagas
para conmover a un público que cada vez
se aburre más rápido de las irreparables
tragedias humanas.
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