LAS ACLLAS INCAICAS O "VÍRGENES DEL SOL"
Se sabe, a través de los cronistas, que en el mes de Aya Markay (noviembre) se solía llevar a las jovencitas a las acllahuasis. El criterio de selección se basaba en variables como la belleza, la perfección física y el estatus social. Ni bien ingresaban las niñas, recibían el nombre de wamak aclla y seguidamente eran repartidas en al menos seis categorías. En la primera, estaban las hijas de los altos funcionarios y principales señores étnicos, como también, aquellas que se destacaban por su excepcional belleza y perfección corporal.
De esta categoría, que era muy cuidada y controlada, salían las esposas secundarias del Inca. También, podían ser cedidas por este y convertirse en esposa principal o secundaria de alguien que se merecía ese honor, tal vez algún curaca de un pueblo conquistado o un destacado funcionario o jefe militar.
Acllas, hilando, aprendiendo y practicando el arte de hilar, son
supervisadas por una Mamakuna. Grabado de Felipe Guamán
Poma de Ayala, cronista nativo colonial (1540 -1620).
El proceso de selección de las acllas corría a cargo de determinados funcionarios (los apu panaca), que viajaban periódicamente por el territorio en busca de niñas de 8 a 12 años, elegidas por su extremada belleza e incuestionable virginidad, hijas en su mayoría de curacas (jefes o caciques de los ayllus) provincianos y del Cusco. Luego eran recluidas en las acllahuasi, donde aprendían a hilar, tejer, cocinar, hacer chicha y otras tareas domésticas de alto rango.
domésticas de alto rango en el acllawasi.
Las mujeres residentes en los acllahuasis eran llamadas Ñustas o Acllas "Virgenes del Sol" y se establecían bajo las órdenes de las mamakunas, las cuales las cuidaban y vigilaban para que cumplan sus funciones religiosas. Las acllas prestaban servicios en el templo, que incluía la preparación de las vestimentas para el Inca, la nobleza o aristocracia cusqueña y ropas litúrgicas de los sacerdotes, también elaboraban productos ornamentales utilizados en ceremonias religiosas. En el caso de acontecimientos extraordinarios, como la muerte de un Inca, o una grave sequía, se elegía una aclla para que fuese sacrificada, (pero esto pasaba muy poco, solo en casos extremos, normalmente sacrificaban llamas).
Las Acllas eran siervas de la Mamaqoya y las sacerdotisas de Mamakilla y Pachamama.
Las mujeres, dedicadas a la vida monástica al dios sol "Inti" estaban obligados a mantenerse vírgenes durante su servicio en el Acllahuasi, cuando violaban la regla de mantenerse pura y virgen se les castigaba con la pena de muerte o el entierro en vida, mientras que su amante era colgado. Normas estrictas que prohibían la presencia de hombres en el monasterio bajo amenaza de tortura y muerte. La única excepción se refiere al soberano Inca, que como el Hijo del Sol tenía derecho a tener concubinas entre las acllas, que lo consideraban un acto religioso, en cierto sentido, La mujeres elegidas para que sean sus concubinas por el Inca no regresaban a los acllahuasis, más bien se le aseguraba una vida próspera a expensas del Estado.
En la sociedad religiosa del antiguo Perú, se dice que las Vírgenes del Sol tenían un papel muy importante desde el punto de vista sagrado. Las Vírgenes del Sol residían en la ciudad de Cusco, en el actual convento de Santa Catalina de las monjas dominicas. Algunos cronistas de la época colonial llamaron de aquella manera a todas las mujeres que vivían en las acllahuasi ("residencia de mujeres escogidas"), cuya primera casa en Cusco sirvió de modelo a las que se levantaron en otros lugares importantes del Tawantinsuyu.
Sin embargo, vale la pena hacer una distinción sobre estas mujeres. Fue bajo el poder del Inca Pachacútec cuando se debió crear el cuerpo de acllas, o "mujeres escogidas", vinculado a la nobleza sacerdotal. Una institución exclusivamente femenina, dependiente del Estado para subsistir y renovarse, que brilló al mismo tiempo que el culto a Inti (el dios Sol) en el templo Qorikancha de Cusco.
Acllahuasis (Casa de las escogidas, También conocido como monasterio de las Vírgenes del Sol o mujeres elegidas) - Los Acllahuasis eran recintos o instituciones religiosas en el imperio Inca, que eran una forma de comunidad femenina monástica, que reúne a un grupo de mujeres que Vivían alejadas de sus comunidades dedicándose a oficios domésticos y cuya función era la de servir en los lugares de culto, la asistencia para el fuego sagrado del INTI RAYMI y la prestación de diversos ministerios para los templos y el Inca.
Bellas jóvenes mujeres cusqueñas representando a las acllas en en el Templo de Sol de Coricancha, en el Inti Raymi.
Los acllahuasis del Cusco y de los principales centros administrativos próximos, estaban construidos con muros altos y sin ventanas que dieran al exterior. Esta característica constructiva, a juicio de los cronistas coloniales, le daba un aspecto de convento. A medida que se alejaba geográficamente de centro (Cusco), las edificaciones se tornaban más modestas y menos pobladas de acllas.
Según el Padre Bernabé Cobo y Peralta manifiesta que era el Acllahuasi; la casa de las escogidas una institución que reúne a Mamaconas o señoras madres y a un número crecido de muchachas que ingresaban al régimen de clausura entre 10 y 12 años. Eran escogidas a modo de tributo entre los más nobles y hermosas.
Mamakunas: Tutoras y vigilantes de las Acllas
Las Mamakunas eran las sacerdotisas Incas que se solían dedicarse a la adoración del sol, y también tenían la misión de tutoras o elemento rector de la pedagogía femenina de las Acllas en los Acllahuasis. Las mamakunas al igual que los Amautas tenían funciones de educación.
Las mamakunas eran las tutoras, educadoras y vigilantes de las Acllas
Las acllas del Tawantinsuyu estaban al servicio del estado incaico.
Las mamakunas se encargaban de las vestimentas del Inca o Sapa inca y los ídolos, también preparaba las bebidas para las fiestas religiosas, por eso la gente considera santa a las mamakunas por su cercanía a el Inca.
Autoridades del Acllahuasi
Se llamaba “Apu panaca”; al funcionario que tenía autoridad en el acllahuasi y estaba encargado de seleccionar a las jóvenes que ingresaban a ellas.
Procedencia Social de las Acllas
Las había de toda condición social. Podemos, encontrar entre las Acllas desde las mujeres de la élite incaica hasta aquellas que eran mujeres recogidas de los Ayllus.
Las ñustas eran como las acllas, mujeres escogidas, eran las concubinas del emperador (a diferencia de las acllas que eran vírgenes).
Apreciación de María Rostworowski
María Rostworowski señala que las acllas se dividían en 5 categorías, según sus orígenes y funciones que cumplían en el Tawantinsuyu:
Yurac Aclla: Eran siempre de sangre Inca, consideradas las esposas del sol, sólo estas eran vírgenes y debían permanecer siempre en él Acllahuasi, consagradas al culto.
Huayrur Aclla: Eran las más hermosas y de aquí salen las esposas secundarias o concubinas del Inca.
Paco Aclla: Esposas destinadas a los curacas y nobles guerreros a quienes el Inca quería agradar mediante el proceso de reciprocidad.
Yana Aclla: No destacan ni por rango ni belleza, cumplen la función de servidoras de las demás.
Taqui Aclla: Eran elegidas por sus actitudes cantoras y debían alegrar las fiestas "le cantaban al Ynga y a la señora coya y a los señores Cápac Apocona y a sus mujeres y para fiestas y pascuas, casamientos y bautismos."
Datos
- Los acllahuasi fueron comparadas por los españoles con conventos cristianos, pero realmente sus funciones eran muy distintas.
- A cada templo del Sol le correspondía un Acllahuasi, la mantención de estos recintos, adornados con hermosas fuentes y jardines, eran costeados por el Inca.
- El formar parte del Acllahuasi ayudaba a estas mujeres a adquirir un mayor prestigio social frente a las respectivas comunidades, pero también las revestía de mayores deberes y reglas frente a su conducta moral.
- Las Acllas jugaron un papel fundamental para la realización del concepto de reciprocidad existente a lo largo de todo el imperio inca, ya que ayudaron al inca a congraciarse con los curacas.
Warmis Urbanas. Texto y fotos fueron extraídos del muro de Evelyn Núñez Gonzáles
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