FILOSOFÍA Y POESÍA ¿QUÉ ES SER VIEJO?

¿QUÉ ES SER VIEJO?
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA.
Conforme pasan los años, pocason las personas que saben donde están pisando. En verdad son escasas las personas que saben vivir muy bien, todas, las etapas de su vida. Algunos, queman esas etapas -son como la fruta que es madurada a la fuerza-. Tienen un bello color por encima, pero por dentro el sabor, es desagradable. No voy a  identificar a quien motivó esta crónica. Porque no estoy para perder el tiempo, en minucias. La vejez, esinónimo de sabiduría, esinónimo de madurez, esinónimo de lucidez. 
Así pues tanto algunos hombre como algunas mujeres no viven intensamente su edad y van arrastrando ese lastre que en verdad demuestran inmadurez.
El desarrollo de la vida de un hombre, es equivalente a las estaciones de un año. Quiera o no quiera, una se suceden a la otra y cada etapa es muy bien definida y marca su paso.
La vejez, esiempre vista, entendida como prudencia, madurez. Es ridículo ver a un viejo discutiendo con un adolescente. El mismo se está faltando el respeto. El adolescente que discute con un viejo, es faltar el respeto. Ah, pero cuando llegue a viejo a ese mozalbete, le todas le sucederá lo mismo, de todas maneras, no hay problema. Tomará de su propia medicina.
Cuando estaba en la universidad, tuve como maestro al Dr. en Filosofía, Fernando Manrique Enríquez. No citare el nombre de mi condiscípulo, no vale la pena, sería exalsarlo sucede que este estudiante, quiso discutir, con el citado maestro. Recibió por respuesta
Oye, hay una diferencia entre tu y yo. Yo se lo que soy, quien sabe como avanzarás en tu vida. 
Basta decir que, este profesional, obtuvo su doctorado obrando mal. Borró todas las citas, los pie de página y colocó su nombre. Alguna vez en la universidad donde trabajo -como directivo-, dió una conferencia: La Política vulgaris de la actualidad, en el Perú, ridícula exposición. Había descubierto la pólvora. Por otro lado cuenta el mismo doctor Apolonio Carrasco Limas -nuestro maestro-, que le prestó su trabajo, al cual se apropió y le cambió, el nombre y lo presentó como suyo. El mismo doctor, que me contó lo sucedido, declaró que cierta vez, se encontró en la puerta de la universidad, con el usurpador-. Este, sonriendo, lo saludó extendiéndole la mano.
  • Buenos días Doctor.
La respuesta no se hizo esperar,
  • Judas, Judas, Judas.
Avergonzado, muy ruborizado, bajó la cabeza. Entendió que su mal acto había llegado,a conocerlo, el verdadero autor de la Tesis. Había obrado de mala fe.
En verdad me quede corto. Hay tanto por escribir, al respecto. Como por ejemplo, si es bien cierto que para el amor no hay edad. Una joven se puede llegar a enamorar de un adulto mayor, porque quiere creer, sentir el amor de padre que le faltó de niña, joven. Pero, para el protagonista de este amorío, no lo siente así. Definitivamente no vive su realidad.

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