LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN EL PERÚ
Para empezar la presente nota, parafrasearé algunas palabras de la religión Católica: “No basta decir Señor, Señor, para entrar en el reino de los cielos”. No todo aquel que se diga que es de izquierda, realmente es de izquierda. Personalmente soy un convencido de que se debe empezar por el innombrable exgobernador de Junín y tres personas más-. Que han sido sentenciados a carcelería efectiva, por el delito de NEGOCIACIÓN INCOMPATIBLE O APROVECHAMIENTO INDEBIDO DE CARGO. a) Vladimir Roy Cerrón Rojas, b) Henry Fernando López Cantorin, c) Carlos Arturo Mayta Valdez, y, d) Juan Carlos Sulca Yauyo, según la sentencia Nro. 041-2019, contenida en la resolución N° 15, del 05 de agosto del 2019, de fojas 195 a 256, emitida por el Quinto Juzgado Penal Unipersonal Supraprovincial Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Huancayo, se les condenó como autores por la comisión del delito de negociación incompatible en agravio del Estado-Gobierno Regional de Junín y les impuso a cada uno cuatro años y ocho meses de pena privativa de libertad, un año de inhabilitación, así como el pago solidario de ochocientos cincuenta mil con y 00/100 soles (S/. 850,000.00). Como nuevamente reitero, hay que tener en cuenta que el Quinto Juzgado Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Junín condenó a 4 años y 8 meses de prisión efectiva -fue un regalo de navidad anticipada-, para el gobernador regional de Junín, Vladimir Cerrón, por el delito contra la administración pública en la modalidad de negociación incompatible o aprovechamiento indebido del cargo. En su defensa, el susodicho argumenta que un miembro de su gobierno abusó de su confianza y le hizo firmar un documento donde figuraba el acto doloso del que se le acusa.
De otro lado hay que tener en cuenta que la presidenta del Poder
Judicial, Elvia Barrios, ha explicado que la resolución que favorece a Vladimir
Cerrón (emitida en la víspera que anula la condena de corrupción) no se puede
ejecutar en la práctica porque aún hay que resolver un recurso de casación en
la Corte Suprema. Y un recurso de casación en un proceso penal es un tipo de
recurso extraordinario que se debe presentar ante el Tribunal Supremo para
solicitar la impugnación contra una sentencia judicial. Además de otro lado, el fiscal del caso está solicitando el mínimo aumento de la inhabilitación que ya no sea de un año, sino que sean dos. Es decir, nada está finiquitado.
Este señor debe caminar por la sombra. El hecho de que haya formado un “partido”, no significa de que es dueño de la verdad y mueve masas. Repasemos un poco la historia de los “partidos” políticos. Un partido político, debe tener un base ideológica, documento donde se precise el `pensamiento que sirve de guía, un libro de constitución y sus padrones de seguidores o partidarios. No se puede denominar partido político a una agrupación que se constituye única y exclusivamente para participar en un proceso electoral, sea elecciones generales o elecciones municipales y regionales. Para el presente, tomare solamente el periodo comprendido entre 1980 hasta la actualidad.
En 1980, el genocida de Fernando Belaunde Terry, ganó las elecciones, simple y llanamente porque las FFAA le hicieron un favor al darle el golpe de estado de 1968. Este que estaba a escaso tiempo de terminar su período, debió terminar su periodo y ahí se hubiera conocido lo que en realidad hizo este “demócrata”, -dió permiso para que sus amigos los yanquis, arrojaran bombas napalm-, en una parte de nuestra selva para poder construir la tristemente célebre carretera marginal que hoy ostenta su nombre, matando innumerable cantidad de nativos. Bien ganó las elecciones de 1980. Pero aquí hay que puntualizar, que SL asaltó Chuschis y quemó todas las actas electorales; esa acción invalidaba las elecciones, se había boicoteado el proceso. Pero no fue así, se omitió ese acto subversivo y se continuó como si nada hubiera sucedido. Recordemos que AP cuando cerró su campaña para las elecciones del próximo período, fue muy concurridas, por los correligionarios -apoteósicas, multitudinarias-, se llenaron las plazas donde realizaban los mítines de cierre de campaña. El resultado de las elecciones fue un descalabro. Le pasaron la factura de no haber frenado la naciente subversión, la página 11, la traición de Kuczynski, quien posteriormente fue presidente efímero. El partido del Architecto -como lo bautizó el genial sofocleto-, y el genocidio que menciono líneas antes. Entonces los resultados dieron conocer que el partido de la lampa se redujo a su mínima expresión.
En 1985, surgió un joven y prometedor y político. El partido de la estrella, encumbró a un excelente orador -tenía 35 años-. Y ganó aplastantemente a todos sus rivales. Al finalizar esta etapa, nos dejó una inmensa improductiva e inútil burocracia estatal. Nuevamente, ese partido, tuvo un cierre de campaña apoteósico, multitudinario, gigantesco. Al final quedaron por las patas de los caballos. Es más cuando, el presidente saliente, fue al congreso, a entregar la banda, fue recibido con rechiflas, e insultos y no era para menos había recibido el mando del país con una moneda nueva el INTI y cuando dejó el poder, la moneda sufrió una devaluación muy fuerte, todo era un caos económicamente hablando.
En 1990, surge un profesor universitario, que había sido rector de la Universidad La Molina, manejaba un tractor y con el apoyo de los del partido de Alfonso Ugarte, en la campaña y durante la mismas elecciones, resultó elegido presidente -dirigía, Cambio 90-. Así pues, los mismos, los apristas, fueron los, promotores, impulsores del encumbramiento de un japonés desconocido. Ese mismo que compraba los aires de las casas de lugares estratégicos y levantaba casas -dizque, así, logró amasar cierta fortuna-. Recuerdo que una vez estaba, en una reunión de camaradería de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, se me acercó un individuo y me dijo
- Ud. es ingeniero electrónico, yo lo he visto en la UNI. Ingrese al partido Cambio 90, paga 5 mil dólares y se inscribe como candidato para congresista. Claro, yo lo llevo con el mismo chino y a él le da el dinero. Ya Ud. hace su campaña.
- No, no soy ingeniero.
- Pero Ud es igualito a -no sé quien, mencionó un nombre-. No se preocupe, pero anímese, todo es fijo, va a ganador.
- No, no puedo
Y se dió la vuelta y continuó su camino. Como reitero, cuando uno iba a votar, los apristas hacían el gesto de que se debía votar por el genocida; sonriendo con los dedos se rasgaban los ojos. Y efectivamente, salió elegido el japonés que, a duras penas, masticaba el español. lo demás es historia ya conocida. Por supuesto que ganó holgadamente las elecciones. Y de todas maneras, los apristas, como siempre se acomodaron lo mejor que pudieron para disfrutar de las bondades del nuevo inquilino de Palacio de Gobierno. Claro que tuvo que “ordenar” la casa -total, el saliente y posterior, expresidente suicida-, había dejado el país hecho un tacho de basura, el salario de un mes alcanzaba, exactamente para comprar un pan. Hurtado MIller terminó su discurso diciendo: Que Dios no ayude. Había aplicado el shock económico, que durante su campaña, el japonés, había prometido, no aplicar. Una cosa, que si hizo en ese entonces, al que conocemos como actual japones genocida y que cumple condena en una prisión dorada ordenó la casa, desburocratizó el estado a costa de despidos masivos. Remató las empresas nacionales al mejor postor, los chilenos fueron los más beneficiados. Nuestra gloriosa PIP, de ese entonces combatió a la subversión, con limitadísimos recursos y apoyo, atrapó a toda la cúpula de SL, como siempre el japonés -que renunció a la presidencia por Fax-, y su asesor quisieron apoderarse de la gran victoria de nuestra Policía de Investigaciones. Nuevamente el Perú, quedaba a la deriva. Cambió la Constitución para poder hacerse reelegir como presidente. Aprovechando su doble nacionalidad -como se encontraba en Japón-, postuló a un cargo político en Japón, recibió lo que se merecía, no fue elegido. Retornó al país para continuar con su carrera política, por Chile -los rotos le devolvieron el favor, del remate de las empresas-, y por medio de los cuadernillos de extradición, fijaron, exclusivamente los cargos, los delitos, por lo cuales, sólo se le podían juzgar. Es bueno puntualizar que en ese tiempo era congresista nuestro Historiador, Pablo Macera y le ofrecieron la banda presidencial, pero declinó, porque sabía que el Pero, había quedado destruido moral y económicamente.
Del 22 de noviembre del 2000, al 28 de julio del 2001 se encargó de la presidencia, Valentín Paniagua.
En el 2001, se convierte en presidente Alejandro Toledo, todo no es más que un fiasco, pasa a la posteridad, con cargo de compras de inmuebles, donde están involucradas, su suegra y su esposa. El “partido” de la Chakana tan pronto nació, se encumbró, se desinfló y desapareció. Había llegado al poder en olor a multitud y todo se desvaneció. Su “partido” desapareció tal como surgió.
En el 2006, reaparece el expresidente del ego más grande que el mismo. Al asumir el poder declara muy suelto de huesos “el pueblo me ha perdonado”. Si durante su primer mandato dejó al Perú, en la bancarrota financieramente, en el segundo mandato dejó al país en una de las más graves crisis moral. La corrupción que campeaba a su libre albedrío durante el expresidente japonés, genocida, floreció, creció en nuestra sociedad dejando la secuela que hoy sufrimos, hasta ahora. Para muestra un botón, el escándalo de los 5 500 narcoindultos que se dieron durante su gobierno y que declaró que había consultado con Dios y el Todopoderoso le respondió “Está bien, pero ni uno más”
En el 2011, asume el poder don “cosito”. Gobierna la mujer, Nadine. No cumple con bajar el precio del balón de gas, que iba poder, si detrás del oro negro y el gas natural están grandes intereses empresariales internacionales. Su gobierno, estuvo salpicado de acto de corrupción, su hermano realizó negocio a sus espaldas, etc. Se dice que lloró amargamente cuando fue derrotado, la primera vez, lo consoló su esposa Su partido desapareció tal como surgió.
Entre los años 2016 y 2020 se sucedieron cuatro “presidentes”, cada cual con sus peculiaridades. Nada por recordar, todo para olvidar. De “partidos” políticos no podemos citar con claridad y precisión a ninguno. El PPC, también tiene su historia que fue protagonizada por el mismo fundador Luís Bedoya Reyes, cuando fue alcalde de Lima.
En resumidas cuentas, en el Perú, se puede hablar de que desde el siglo pasado hasta hoy existe un solo partido que se mantiene, mayormente, en la sombra, pero se hace pasar por izquierda democrática y por derecha cuando le conviene, el Apra. Después, no hay nada que se parezca a un partido político.
De la izquierda, podemos mencionar a pequeños grupos que se forman y se dividen, por quítame esta paja. Patria Roja, dizque representa al magisterio, mentira más grande del mundo; enquistado en la Derrama Magisterial, la cúpula disfruta de jugosas y buenas dietas. Trinchera Roja se apropió de la Cooperativa Magisterial y desde ahí con los pocos maestros que figuran como socios, mantiene su “vigencia”. Han surgido, muchos grupos nuevos; pero nunca tendrán una participación plena, porque las uniones de esos pequeños grupos solamente son coyunturales.
Así, es que Cerrón se puede ir a los cerros a predicar y vanagloriarse que tiene un partido político. Ya nos veremos las caras, en el 2026. No faltaba más.
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