ARTE MUNDIAL - PERÚ, PUERTO RICO, DOS GENIOS

En el denominado Día del Campesino. Antes lo llamaban, despectivamente, Día del Indio; tomo a dos geniales compositores. Dos inmensos. Dos geniales. Uno peruano y el otro puertorriqueño. Le cantan un vals y un bolero, respectivamente, a su gente del pueblo, al campesino.

PERÚ, PUERTO RICO, DOS GENIOS
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA.

Definitivamente la genialidad, tiene raíces en el pueblo. Tengo la osadía de comparar a dos genios. Uno peruano y el otro puertorriqueño. Ambos son fabulosos. Ambos son maestros. Cada cual con una capacidad creativa que linda con la genialidad. Ambos se han inspirado en la realidad socioeconómica de sus respectivos países. Ambos conocían la realidad mundial. Por supuesto, cada uno lo hizo de manera diferente. No voy a caer en la trivialidad de escribir, que el peruano es mejor que el portorriqueño, de ninguna manera. Ambos son espectaculares. Ambos, son maestros. A uno lo llamaron el “Jibarito” y al otro, “Felipe de los humildes”, “El Bardo inmortal”. Si me refiero al portorriqueño Rafael Hernández Marin y al limeño, peruano Felipe Julio Federico Pinglo Alva.

El primero fue un guitarrista, zurdo, que se daba el lujo de tocar el “palo trinador” con las cuerdas dispuestas para uno que tañera la guitarra con la mano derecha; exclusiva virtud de lo genios. Nació en Lima el 18 de julio de 1899 en la calle El Prado de los Barrios Altos. De baja estatura y como buen zurdo fue futbolista. Felipe jugó primero por el Alfonso Ugarte de los Barrios Altos y por el Deportivo Naranjos; luego perteneció́ a los equipos Atlético Lusitania, Sport Progreso, El Gráfico y el Sportivo Uruguay. debido a su habilidad, un mal jugador lo lesiona en la pierna izquierda, el dato me lo conto un viejo criollo “La Momia". Y si bien era bohemio, no disfrutaba del alcohol.

Por su lado Rafael, Hernández estudió música en San Juan, bajo la dirección de los profesores de música José Ruellan Lequenica y Jesús Figueroa. Aprendió a tocar muchos instrumentos musicales, entre ellos el clarinete, tuba, violín, piano y guitarra.
“El Jibarito”, quien nació el 24 de octubre de 1891 en el barrio Tamarindo de la ciudad de Aguadilla, en el oeste de Puerto Rico
Ahora voy al tema. No es comparación, de ninguna manera. Es una descripción de lo que crearon dos genios. Lamentablemente, Pinglo nace en el Perú y escribo lamentablemente porque mucho se apropiaron de sus composiciones, inclusive nuestro Felipe ayudaba a otros nacientes compositores; y no estuvo cerca de EEUU; tampoco tuvo la oportunidad de conocer boleros, etc; eso si tenía el conocimiento de One tep, fox trot, es decir estaba medio “alienado”, nuestro Felipe: NO. Compuso el famoso “Llego el invierno”, entre otros con el ritmo de fox trot, pero lo peruanizo y hoy día muy pocos limeños, saben que esa canción ahora es una polka criolla, hasta la bailan como tal. Pero los que sabemos, tiene otra forma de bailar.
Mientras, por todos sus temas, composiciones, “El Jibarito” fue reconocido en EEUU y el mundo. “El Felipe de los Humildes”, en su propio país, fue vetado; se prohibieron, la difusión radial de temas como “El Plebeyo”, “Mendicidad”, “Jacobo el leñador”, por un dictador militarote, que para vergüenza lleva el nombre de una gran avenida que une al Callao con Lima. Y por eso no lo escribo. Pero los que queremos al Perú, la seguimos llamando a esa avenida Colonial, inclusive en los microbuses, figura LA COLONIAL. El pueblo hace justicia.
Y voy al tema. Personalmente el vals “La Oración del labriego”, que no tiene nada que envidiarle al bolero “Lamento Borincano”


La Oración del Labriego

Vals - Felipe Pinglo Alva

Es ya de madrugada,
el labriego despierta,
al entreabrir sus ojos
la luz del alba ve.

Entonces presuroso,
saliendo de su lecho,
musita esta plegaria,
llena de amor y fe.

Señor, tú que has creado,
las aguas de los ríos,
y a los prados permites,
el verdor que se ve.

No niegues al labriego,
el divino rocío,
que con cada caída,
alegra nuestro ser.

La campiña que luce,
hermosos atributos,
por tí florece siempre,
cual ameno vergel.

Pero si tú nos niegas,
agua, Sol y rocío,
morirán los labriegos,
de inanición y sed.

Después de la jornada,
la lampa sobre el hombro,
al ponerse la tarde,
retorna el labrador.

Y mientras que tranquea,
de vuelta a la cabaña,
cantando el pensamiento,
modula esta canción:

La ansiada primavera,
que exalta los amores,
te debe la pureza,
de todo su arrebol.

Y el concierto admirable,
de pájaros y flores,
por obra de tu gracia,
conservan tu primor.

En medio de este encanto,
que alegra corazones,
el labriego es el guarda,
de tan rico joyel.

Como guardián te pido,
que con tu omnipotencia,
multipliques los frutos,
que cosechar podré.


Lamento Brorincano

Bolero -  Rafael Hernández M.

Sale loco de contento
con su cargamento
para la ciudad, sí,
para la ciudad.
Lleva, en su pensamiento
todo un mundo
lleno de felicidad, sí,
de felicidad.
Piensa remediar la situación
del hogar que es toda su ilusión.

Y alegre, el jibarito va
cantando así,
diciendo así,
riendo así, por el camino:
"Si yo vendo la carga
mi dios querido
un traje a mi viejita
voy a comprar".
Y alegre también su mula va
al presentir que aquel cantar
es todo un himno de alegría.
En eso los sorprende
la luz del día,
y llegan al mercado de la ciudad.

Pasa la mañana entera
sin que nadie quiera
su carga comprar, ay,
su carga comprar.
Todo, todo esta desierto
el pueblo esta muerto
de necesidad, sí,
de necesidad.
Se oyen los lamentos por doquier
de la desdichada Borinquén, sí.

Y triste el jibarito va
cantando así,
llorando así,
diciendo así por el camino:
"Qué será de Borinquén
mi dios querido.
Que será de mis hijos
y de mi hogar".
Borinquén, la tierra del edén
la que al cantar el gran Gautier
llamo la perla de los mares,
ahora que tú te mueres
con tus pesares
déjame que te cante
yo también.

Como vemos ambos temas, de géneros totalmente diferentes, tienen algo en común; sus compositores son creyentes. Pinglo es devoto de la Virgen del Carmen y todos los 16 de Julio devotamente, asistía a la Procesión, de Los Barrios Altos. Desconozco de quien era devoto Rafael Hernández, pero por lo que estuvo en México y se casó con una mexicana, deduzco que debió ser devoto de la Virgen de Guadalupe. DeDefinitivamente la genialidad, tiene raíces en el pueblo. Describen la vida simple de la gente del campo, sus necesidades, el abandono que sufren.

Tengo la osadía de comparar a dos genios. Uno peruano y el otro puertorriqueño. Ambos son fabulosos. Ambos son maestros. Cada cual con una capacidad creativa que linda con la genialidad. Ambos se han inspirado en la realidad socioeconómica de sus respectivos países. Ambos conocían la realidad mundial. Por supuesto, cada uno lo hizo de manera diferente. No voy a caer en la trivialidad de escribir, que el peruano es mejor que el portorriqueño, de ninguna manera. Ambos son espectaculares. Ambos, son maestros. A uno lo llamaron el “Jibarito” y al otro Felipe Pinglo Alva, “Felipe de los humildes”, “El Bardo inmortal”. Si me refiero al portorriqueño Rafael Hernández Marin y al limeño, peruano Felipe Julio Federico Pinglo Alva, respectivamente.  

El primero fue un guitarrista, zurdo, que se daba el lujo de tocar el “palo trinador” con las cuerdas dispuestas para uno que tañera la guitarra con la mano derecha; exclusiva virtud de los genios. Nació en Lima el 18 de julio de 1899 en la calle El Prado de los Barrios Altos. De baja estatura y como buen zurdo fue futbolista. Felipe jugó primero por el Alfonso Ugarte de los Barrios Altos y por el Deportivo Naranjos; luego perteneció́ a los equipos Atlético Lusitania, Sport Progreso, El Gráfico y el Sportivo Uruguay. debido a su habilidad, un mal jugador lo lesiona en la pierna izquierda, el dato me lo conto un viejo criollo “La Momia". Y si bien era bohemio, no disfrutaba del alcohol.

Por su lado Rafael, Hernández estudió música en San Juan, bajo la dirección de los profesores de música José Ruellan Lequenica y Jesús Figueroa. Aprendió a tocar muchos instrumentos musicales, entre ellos el clarinete, tuba, violín, piano y guitarra.

“El Jibarito”, quien nació el 24 de octubre de 1891 en el barrio Tamarindo de la ciudad de Aguadilla, en el oeste de Puerto Rico

Ahora voy al tema. No es comparación, de ninguna manera. Es una descripción de lo que crearon dos genios. Lamentablemente, Pinglo nace en el Perú y escribo lamentablemente porque mucho se apropiaron de sus composiciones, inclusive nuestro Felipe ayudaba a otros nacientes compositores; y no estuvo cerca de EEUU; tampoco tuvo la oportunidad de conocer boleros, etc; eso si tenía el conocimiento de One tep, fox trot, es decir estaba medio “alienado”, nuestro Felipe: NO. Compuso el famoso “Llego el invierno”, entre otros con el ritmo de fox trot, pero lo peruanizo y hoy día muy pocos limeños, saben que esa canción ahora es una polka criolla, hasta la bailan como tal. Pero los que sabemos, tiene otra forma de bailar.

Mientras, por todos sus temas, composiciones, “El Jibarito” fue reconocido en EEUU y el mundo. “El Felipe de los Humildes”, en su propio país, fue vetado; se prohibieron, la difusión radial de temas como “El Plebeyo”, “Mendicidad”, “Jacobo el leñador”, por un dictadorzuelo militarote, que para vergüenza lleva el nombre de una gran avenida que une al Callao con Lima. Y por eso no lo escribo. Pero los que queremos al Perú, la seguimos llamando a esa avenida Colonial, inclusive en los microbuses, figura LA COLONIAL. El pueblo hace justicia.

Y voy al tema.  Personalmente el vals “La Oración del labriego” no tiene nada que envidiarle al bolero “El Jibarito”

Hay para seguir escribiendo, mucho más, bastante. Pero creo que por ahora basta y sobra. Les prometo nuevas crónicas al respecto. Ahora disfrutemos, estos dos hermosos temas que describen la realidad de la gente del campo, de los olvidados, de los votos que buscan los miserables congresistas y presidentes pero despues olvidan totalmente sus promesas



Aquí la Reina y Señora de la Canción Criolla, María de Jesús Vásquez interpretando del "Bardo Inmortal", Felipe Pinglo Alva, el vals "La Oración del Labriego"



Aquí, Daniel Santos, “El Inquieto Anacobero” que, en la lengua africana ñáñiga, significa "diablillo", interpretando “Lamento borincano” del “Jibarito”, Rafael Hernández.

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