CIENCIA - EL BEBÉ EN FORMACIÓN.

EL BEBÉ EN FORMACIÓN
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA.
Nosotros, cuando nacemos. Pensamos que nacemos desvalidos. Mentira llegamos provistos de una blancura, una diafanidad, de una pureza a esto que llamamos, vida, hábitat: de la mentira, fraude, dolo, ambición, hipocresía, traición.
Conforme vamos evolucionando nos vamos desvalorizando. El hecho de llegar a ser adulto, hace a que en el camino vayamos aprendiendo, una serie de antivalores que nos desvirtúa. Es que en el mundo en que nos conciben, sólo escuchamos el latido del corazón de nuestra amada madre, y mantenemos ese contacto prístino, el tiempo suficiente para ser felices. Porque la única etapa de nuestra vida en que realmente y totalmente somos felices, es cuando vivimos dentro del claustro materno. Y hemos tenido contacto con otros pares, tan solo cuando nuestra madre recibe un beso de amor, una caricia o simplemente escuchamos: te amo.
De nuestra madre aprendemos, que el amor es una caricia. Con qué ternura y paciencia nos acaricia todos los días, cada momento en que estamos creciendo. Ella es la única que directamente nos brinda amor, a raudales. Con qué cuidado nos lleva ese hermoso lapso que los humanos llamamos: embarazo.
Nosotros dentro de ella, sentimos, nos damos cuenta, de quien ama a nuestra madre. Si tenemos un papá que ama a nuestra mamá, escuchamos palabras bonitas, que nuestro padre, le dice a mamá; caricias que le brindan a nuestra madre, nuestro padre. Y si nuestra madre baila contenta, nosotros también bailamos felices. Ah, pero eso si el primer trauma que sufrimos es cuando, llegamos, nacemos. Al salir por ese pequeño agujero, donde perdemos muchas neuronas. Y de pronto sentimos, una nueva sensación; frío ¿Qué es esto preguntamos? Y nos negamos a abrir los ojos y ver la realidad que nos espera. Entonces, alguien nos golpea y abrimos los ojos, para dejar salir nuestras primeras lágrimas. Entonces ahora escuchamos voces y nos dicen: es un varón, es una mujer. Y alguien dice hay que asearlo. Nos quitan nuestra protección natural. La vérnix, caseosa, es una sustancia blancuzca y de aspecto grasiento que recubre al bebé al nacer, y que los expertos aconsejan no retirar porque tiene diversos beneficios para la piel del recién nacido. De otro lado tenemos Las células madre tienen el potencial de convertirse en muchos tipos diferentes de células en el cuerpo. Ellas sirven como un sistema de reparación para el organismo. Hay dos tipos principales de células madre: las células madre embrionarias y células madre adultas
Las células madre se diferencian de las otras células del cuerpo en tres maneras:
Pueden dividirse y renovarse a sí mismas durante un largo tiempo
No son especializadas, por lo que no pueden cumplir funciones específicas en el cuerpo
Tienen el potencial de convertirse en células especializadas, como las células musculares, células de la sangre y las células del cerebro
Los médicos y los científicos están entusiasmados sobre las células madre porque podrían ayudar en muchas áreas diferentes de la salud y la investigación médica. El estudio de las células madre puede ayudar a explicar cómo ocurren enfermedades graves como el cáncer y defectos de nacimiento. Algún día se podrían utilizar las células madre para crear células y tejidos para el tratamiento de muchas enfermedades. Ejemplos incluyen la enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer, lesión de la médula espinal, enfermedades del corazón, diabetes y artritis. Y de paso el bebé en desarrollo brinda protección a la madre gestante, de infecciones y otros males.
Pero, si nuestra madre sufre maltratos, esos maltratos también lo sentimos nosotros. Y si le vociferan palabras que no entendemos, sentimos la carga emocional con que la recibe nuestra madre y ese dolor que ella siente, nos marca definitivamente. A veces de niños, somos inseguros, eso tiene su origen mucho antes de nuestro nacimiento, cuando estamos en pleno proceso de desarrollo fetal. Por eso, existen las personas nerviosas; lo son desde pequeños. Existe una ciencia que puede ayudarlo definitivamente: la Psicología.
Una herida en el cuerpo se puede ver que cicatriza. Pero una herida en el aspecto conductual, es muy difícil de comprobar si verdaderamente la persona se ha recuperado totalmente. Siempre quedan rezagos que van a surgir en los momentos, menos esperados.
Algunas ideas y la imagen fueron recogidas del internet.

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