FILOSOFÍA Y POESÍA - LIZBETH ES AMOR.

LIZBETH, ES AMOR

PERCY ANTONIO COLLAO ALVA

Lizbeth, amor, eres la felicidad

que ambos compartimos

en nuestras ansias de vivir.

Lizbeth, tú despiertas mi bondad

Tú me conviertes en agua nueva

que lava todo desaliento

me regalas tanta ternura

con una mirada,

de tus ojos mielados,

con una sonrisa,

compartes conmigo la primavera de tu edad

tu bondadosa alegría.

Yo te digo mi amada,

los segundos duran, contigo,

tanto como nuestros sueños,

que nunca se van a acabar

porque podemos empezar donde nos quedamos

cada vez que estamos juntos

y caminas a mi lado

cogida de mi mano.

Yo soy el aire

que peina tus cabellos

acaricia los hoyitos

de tus mejillas

y besa tu barbilla.

Tú eres mi Sol

me das luz, calor, vida

Estoy convencido

de que eres lo más bonito

que me ha sucedido

y que Dios me ha premiado

al hacerte llegar a mi vida;

entonces me digo:

algo bueno haz hecho en tu vida;

pero no lo recuerdo

porque así debe de ser,

hacer el bien y olvidarlo.

Un día, maravilloso, vendrá

y conmigo te quedarás

y me dirás palabras mágicas

que desconozco, pero sé su significado,

que nunca las he oído

pero en tus labios

se convertirán en una canción de cuna

que creaste con amor para mí,

con paciencia para mí

y dormirán mis años dolidos

como si fuera un recién nacido.

Contigo, aprenderé, de nuevo

a ver los colores que tiene la naturaleza

y todo lo malo del mundo se esfumará,

con el vuelo de mariposas,

que tienen tus pestañas.

Yo quiero que sepas

que cuando llegaste a mí,

mis penas huyeron

como suspiros que se lleva el viento.

Mi vida cambió tan de pronto

porque hiciste la luz

donde antes reinaba la oscuridad.

Yo quiero amarte eternamente

pero es tan corta la vida

y no sé qué vendrá mañana

sólo sé que si partiera mañana

aceptaría con gusto el destino

que me dieran.

Si por amarte estoy condenado

será una condena que gustoso aceptaré

y si por amarte me dan la gloria

si ya sé lo qué hare, no ingresaré

te esperaré en la puerta,

hasta que tú llegues, sonriendo

y me digas: vamos.

Sólo así, entonces sonriendo

entraremos cogidos de la mano...

Imagen, es de una amiga que lleva el mimo nombre.