IDEOLOGÍA DE GÉNERO
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA.
Cada persona tiene derecho a vivir como le venga en gana y su razón se la indique. Pero de ninguna manera, tiene derecho a imponer en la sociedad en su conjunto, una forma de pensar muy particular; y que va contra el principio básico, la procreación y conservación de la especie humana, en el globo terráqueo.
Que dos por personas, del mismo género, se puedan amar, no digo que es normal. Porque en el amor, todo puede variar, según el color del vidrio de los anteojos; con que uno mira. Sí dos hombres deciden amarse y creen que les hace bien; pues perfecto, no es lícito meterse en la vida íntima de las personas. Ellos pueden vestirse y vivir como mejor les plazca.
Pero que dos personas del mismo género, hombres o mujeres deciden casarse. Ahí si hay un problema y bien fuerte. Y es que en la Ley, este tipo de matrimonio se refiere única y exclusivamente al matrimonio heterosexual. Porque el fin primordial del matrimonio civil y religioso, es garantizar la sucesión de los bienes por un lado y garantizar que los hijos procreados dentro del matrimonio reciban una alimentación, vestidos, casa, salud, educación de sus progenitores. Hoy la Ley agrega que los hijos procreados fuera del matrimonio, deben tener los mismos derechos que los hijos procreados dentro del matrimonio. Un hogar homosexual, de ninguna manera va a procrear hijos, naturalmente. Que los pueden adoptar, si es cierto. Pero un hijo procreado es muy diferente a un hijo adoptado. Nada tiene que ver con que en los niños, de ambos casos, van a recibir amor mucho amor. El amor es un sentimiento. Lo legal es lo legal. Hay tener en cuenta que las normas y la leyes, se dieron para una sociedad heterosexual; nunca se pensó en la posibilidad de la constitución de un hogar homosexual. La comunidad LGTB no puede ni debe exigir que las normas que rigen a un matrimonio heterosexual, se les aplique, exactamente igual para ellos. De ninguna manera. Por la única razón de que heterosexual no es sinónimo de homosexual.
Yo en persona fui a inscribir, a la Municipalidad de la localidad donde nacieron, a mis hijos como padre. Acá puntualizo, me presenté como varón y padre, que soy. Declaré el nombre de la mamá de mi hija. Y todo seguía normalmente. Hasta que se presentó una joven, muy bella, por supuesto, cuando le tocó su turno habló en voz alta y muy clara. Soy madre soltera. Algunos mojigatos, quisieron hacer una tormenta de arena en el lugar donde estábamos. La mayoría de nosotros, la felicitamos e hicimos que los escandalizados, les pusieran candado y cerrojo a sus bocas y lenguas.
Hace poco un personaje de la TV basura, declaró de que en una municipalidad no le habían permitido inscribir a sus hijos como tales. O debe de estar mintiendo o es que él se presentó como ella y legalmente eso no procede. Él le hace juicio al estado, le gana, es porque su abogado defensor utilizó bien sus argumentos. Si se acepta lo que este personaje, querido hacer. Bueno, se habrá sentado precedente. Con lo expuesto declaro que no hay fobia por ningún lado. Pero no puedo llamar blanco a lo que es negro; de ninguna manera.
Comentarios
Publicar un comentario