PACO DEL CALLAO

PACO DEL CALLAO
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA.
PACO, es un muchacho, de buen corazón, buena gente; pero cuando se pone bravo, es de los buenos guapos. Su infancia, le permitió conocer dos realidades muy distintas, el Callao, el mero mero como dicen los mexicanos y el naciente y pujante surgir, establecerse y progresar distrito de San Martín de Porres. Como todo buen chalaco, del siglo pasado, también ha sido pelotero, jugábamos -pistazos-, más él porque vivir en la cuadra 3 de Colón, no es fácil. Las canchitas de fútbol, existen, pero de adolescente, qué te vas a dar el trabajo de ir a buscar una cancha. En ese tiempo casi no se conocía el grass sintético, las canchas eran de grass criollo o inglés, creo que le llamaban? Y si mucho apuraba ahí estaba la pista, nomás que tenías que tener cuidado; podías ser atropellado por un ómnibus y no la contabas o en todo caso un auto de esos que ahora los llaman, lanchas, grandes, ocho cilindros; en el asiento delantero, donde iba el chófer, era uno solo largo, y entraban dos personas, adultas más; si mucho apuraba se acomodaba un pasajero más, con el chófer sumaban cuatro. En la parte posterior se sentaban cómodamente tres personas. Pero si estabas apurado, se acomodaban cuatro o cinco de acuerdo a las necesidades de los usuarios. Eso era vida, verdad? Íbamos sentados en un cachete; tú sabes lector, no te hagas el que no entiendes. Con cariño, por supuesto.
El papá de Paco, fue un señor que tenía una renovadora de calzados, llevabas tus zapatos algo trajinados y te los devolvían como nuevos. Don Félix fue uno de los primeros que tuvo esas máquinas, lijaba, lustraba, etc. Le ponían taco el pino, le llamaban, suela corrida, de buen cuero; los misioneros usábamos media suela. Ah y hay más detalles. Ahora que recuerdo, me olvidaba, el papá de Paco, se llamó Félix Escobar Huarcaya, de Churpampa, Huancavelica. Bueno, Paco me corregirá, pierdan cuidado.
El Paco, estudió en la GUE "2 de Mayo" cuya sede central, todavía queda en Chuchito. Ah demonio que no se ha jugado un pistazo alrededor del Castillo Real Felipe, o si te "tirabas la pera" -faltar al colegio, por cuenta y riesgo propio, para el vulgo-, escondido, te jugabas un partidito en la tierrita del mismo Real Felipe -aca también hay historia y no de la que te enseñan en el colegio, esas son cátedras que te dió la universidad de la vida-. Ya escribiré, acerca de esos torneos relámpagos, que nos jugábamos, ahí.
Muchancho, base 6 o 7, que se dice chalaco y que no ha gorreado tranvía. De dónde será? Vaya uno a saber.
Lo que recuerdo es que nos contó que cierta vez su viejito lo matriculó en danzas españolas. Hasta hizo algunos pasos, y sus manos indicaban que alguna vez había dominado las castañuelas. Ole mataor.
Paco debe acordarse mejor que yo. Hernán, es su yunta, su broder, su adú, su parcero, su amigo, uña y mugre, el chito, etc; qué tanto rodeo para concluir en que es su amigo, carreta. Ese Hernán, tiene sus historias, también, pisca pisca, como me cochineaba, mi causa Giovanni Gusseppi Borgoño Uggolini, del Olaya, cuando no tenía fronteras. Ese si que es de estirpe italiana, y de la más rancia y de abolengo por si las moscas.  
Paco, es un muchacho, como cualquier mortal. Lo que lo pone en la cima del Everest, es la fidelidad que como amigo, lo caracteriza. Leal a ultranza. Amigo hasta las últimas consecuencias. Muy pocos especímenes de ellos, quedan, por cierto. Ahí en la foto de abajo, parece un sacerdote. Bueno, perdió la sa y le quedó lo de cerdote. Él me comprende!
Nuestro biografiado, es un gallo, que en las broncas que paraba, nunca golpeó, abolló a un contrincante caído, en el suelo. Eran otros tiempos por supuesto. Pero nunca fue gil. Palomilla de ventana. Y es que el bullying, en el Callao, lo resolvíamos al toque, en primera instancia.
Siempre le escuché decir, "yo nunca tuve ningún problema con los zapatos". Claro que sí, cualquier problema lo solucionaba su viejito. Don Félix. 
Paco, es un excelente lector. Un conversador que encanta, cautiva. Es que en nuestros tiempos, veíamos poca televisión. 
En 1978, la primera huelga nacional indefinida que organizó, dirigió y nos llevó al triunfo, Horacio Zeballos, a la cabeza del glorioso SUTEP. Muchos dirigentes, pasamos a la clandestinidad. Paco, conversó con mi mamá y le dijo, "viejita no te preocupes, tu hijo va a estar bien". Y de pronto pasé a vivir a la cuadra 3 de Colón. Etapa muy bonita. Ya habrá tiempo para escribir al respecto. Chitofil, ñaja ñaja, Loco viejo, Mario Bozeta Garcés, Mauricio Samanamú, y tantos que ls mente me traiciona. No... No estoy viejo, soy pollón de segundo hervor.
He ido a varias peñas criollas del Callao y escuché decir, a bellas cantantes criollas, "No hay gallo más gallo que un gallo del Dos de mayo"; claro como fin de fiesta. Y toda la concurrencia, enseguida, 
entonaba a voz en cuello el himno de ese plantel. Hermoso, verdad! Eso no me lo contó nadie. Lo viví.
Como todo hombre de bien, Paco, estudió Sociología en la San Martín de Porres. Por meritos propios ingresó a trabajar a la gloriosa Marina del Perú. Hoy ya jubilado, a veces lo encuentro en el cruce de Colón y Saloom, frente a la Cruz Blanca, es de esos que nos parábamos en una esquina y miramos con nostalgia que todo tiempo pasado fue mejor.
Bueno, me despido de mi hermano, Churrupaco, como le llamaba, nuestro querido y recordado Torombolo, de la tercera cuadra de Contralmirante Villar, hoy Arequipa Sur. Falleció muy joven. Fue un tipo que se había leído todos los libros que pudieras mencionar y que existían en el primer puerto del Perú. Si me creen, pregúntenle al Churrupaco. Nos vemos en la próxima crónica. Que ya está en camino.

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