SOY SOLO UN NIÑO
Un día papá regresó temprano del trabajo y encontró a otro hombre en casa, hubo muchos gritos, se golpearon y papá se fue.
Ella, desde entonces, siempre me golpea mucho y muy seguido. Un día me metió a bañar con agua fría, no podía soportar ese frío, lloré, lloré muy fuerte para que mi mami me sacara y ella me sostuvo de mi cabeza y me estaba ahogando en el agua, después me sacó y me dijo
- ¿Ya te vas a callar estúpido mocoso? O quieres que te termine de ahogar.
Como yo no podía respirar lloraba y nada más. Después mi mami me dio un golpe tan fuerte que me dormí. Esa noche soñé bonito. Vivíamos los tres. Yo estaba en medio de los dos. Mi mami hacía una bola con aire en sus manos, en el aire se convertían en chispas de colores, y me decía
- Vamos, hijito, cógela
Yo las perseguía y cuando ya las iba a coger desaparecían entre mis manos y mi papi me recibía entre sus brazos, con un beso. Así jugué, hasta el día siguiente. Cuando amaneció, estaba durmiendo cansado de tanto jugar. No escuché que mi mami me llamaba. De pronto sentí una mano, mojada, helada; que me despertaba. Abrí los ojos y vi a mi mami, muy enojada. Me dió unos lapis y me paró junto a la cama. Ahí me quedé.
Mi papi, nunca está en casa. Extraño tanto a papi; ¿Porqué me dejó con mami, si ella no me quiere?
¿Sí yo soy igual a mi papá, por qué no me llevó con él . Sólo se que él se fue...?
Siempre recuerdo que mi papá me abrazaba, me besaba y acariciaba con mucho amor. Y me decía
- Mi pulguita, te amo, nunca te dejaré.
¡Papá, regresa por favor...!
Hoy mami trajo a unas amigas, estuvieron tomando bastante cervezas. Pusieron música a todo volumen y mientras cantaban todas lloraban.
Cómo no me decía nada. Me dio mucha alegría porque no me regañó, por nada; me dejó jugar en la cama. Al llegar la noche, todas sus amigas se fueron.
Yo estaba hambriento de nuevo! Comencé a llorar y mamá me dijo
- ¡Cállate imbecil, eres igualito a tu papá; eres un estorbo, te odio y no te quiero, me tienes harta.
Ella comenzó a golpearme una y otra vez, diciéndome te odio, muérete, y me dio contra la pared.
Como caí en la cama, cogió una almohada y me la puso en mi carita;. Yo no podía respirar, era horrible. Mi cuerpo se debilitaba; yo pateaba mucho y cada vez con menos fuerza. Ella solo decia:
- Ojalá y te mueras sólo quieres tragar, lloras demasiado , te detesto __Yo no pude más__
De pronto solamente pude ver una lucesita. Luego todo se convirtió en obscuridad. Después de nuevo, apareció esa lucesita. Ahí alguien me abrazó muy fuerte y me cubrió con una cobijita muy suave y calientita.
¡Hoy desperte feliz, muy feliz! Ahora estoy en un lugar donde hay ricos bombones y todo está pintado de muchos colores hermosos. El ambiente es tibio y no tengo hambre. Estoy muy limpio, mi ropa es muy blanca.
¡Mami gracias por mandarme aquí! ¡Gracias mami soy muy feliz en este lugar! Y sé que tú también estás muy felíz ¡Mamita, ya no te estorbaré y mami, yo también te amo!
¡Me gusta mucho a este lugar donde me haz enviado!
Y a ti papi también los extraño. Sabes, aquí hay muchos bebés para reír y jugar, con ellos. Alguien que nos cuida nos ha dicho
- Aquí, éste, es el cielo.
Gracias mami, aquí en el cielo dicen que soy un angelito lindo y me gusta esas palabras lindas. Espero vernos de nuevo algún día mamita, te amo.
Por qué existen tantas mujeres que se enojan con sus hijos. Y hasta llegan a compararlos con el exmarido, que las maltrataba, que las abandonó.
Dios no nos castiga. Nosotros nos castigamos solos. Porque todo lo que hacemos en vida vuelve a nosotros. Sí, todo de alguna manera, algún día, todo eso volverá a nosotros. Porque con nosotros tenemos al juez más duro que pueda existir. Él nos acusará a cada momento, todos los días; ese juez es nuestra conciencia. Los hijos solamente son prestados por Dios, para hacernos felices o para darnos una oportunidad de dar amor, que a lo mejor nunca lo recibimos. No para dañarlos.
Autor desconocido
Comentarios
Publicar un comentario