CUMPLEAÑOS DE PECHITO

EL CUMPLEAÑOS DE PECHITO
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA
Una amistad que perdura, más de 50 años, es un tesoro muy valioso. Hay amigos que sobrepasan los linderos de la familia. Y eso se convierte en oro de 24 kilates. La distancia queda corta, cuando se trata de un cumpleaños. Porque ese año lleva en su semilla, lo más hermoso que puede darse en la vida, la solidaridad.

Sentarse bajo un fresco parral y evocar los años que nunca volverán tiene un valor inigualable. Recordar a Chiricuto, el instructor de IPM, más criollo que el cebiche, que entre toda su forma de ser. Era la lección en persona. Bromista, pero símbolo de respeto. Franco, sincero, amigo, apoyo y consejero cuando la situación lo ameritaba.
El muelón, a escasos minutos de que llegara hombrito Contreras, cargando sus años a cuestas. Pero siempre con ahínco remarcando el amor a los números, muy a su manera.
El pato Sichez nuestro Brigadier y tesorero eterno, siempre con su sonrisa peculiar. Se nos adelantó, un poquito, en el camino que todos recorreremos algún día; antes o después. No importa, nuestro patito nos estará esperando con su cariño de siempre.
El tiempo pasa, pero llegará el momento en que nos reuniremos, todos los que estamos en este valle de lágrimas y reiremos a mandíbula batiente y a grandes carcajadas haciendo honor a la Generación 70, que acertadamente llamó Guilligan. Es una generación porque entre nosotros figuran personas de diferentes profesiones y oficios. Cada cual 
No importa que pasen los años. No importa, nuestras sonrisas seguirán siendo frescas. Y las bromas nos traerán hermosos recuerdos que siempre vivirán en nuestras memorias.
Los lunes,  siempre puntuales, no importa que nuestro "José Olaya", no tuvieron fronteras. Siempre estábamos ahí quienes queríamos estudiar, superarnos y alcanzar las metas de lo que ahora somos. Nuestros zapatos bien lustrados, el uniforme impecable la corbata bien puesta. No había detalle que no estuviera cubierto. Se iniciaba la semana.
De pronto el micrófono que a duras penas funcionaba anunciaba al gran "sello" Sánchez, que en magistral imitación nos llevaba hasta Andalucía, España, cuando la potente voz, de nuestro compañero nos llevaba por los recuerdos de nuestros amores estudiantiles, e imaginariamente hasta la misma península ibérica.
O como aquella vez que se presentaron Los Kipus en persona: Paco, Genaro y la cristalina cristalina voz de Zorayda Villanueva. Zoraida, era hermana de un compañero del plantel. Esa vez me había tocado formar con mi pata del alma Claudio Gregorio Reyes Crespo, dos ciegos que nos jaraneábamos de risa, cuando nos llamaban así; es que ambos utilizabamos anteojos de medida y vaya que eran gruesas las lunas.
De pronto las voces de Tarzán, Pitorro y Aguadito nos volvía a la realidad, nuevamente a nuestras aulas a sentarnos en las carpetas bipersonales, gruesas, pesadas, Hasta nosotros llegaban, Abel Lino, a enseñarnos lenguaje, "Coco" Cotos inglés que pasaba lista y ya se acababa sus dos horas.
En fin todo chamba, hasta que llegaba la hora del recreo. Todos a jugar a las canchas de terral. Donde a cada puntapié salía una inmensa polvareda.
Terminado el recreo, regresábamos al salón del 2do D y terminábamos la jornada, para ir a la casa; almorzábamos y retornábamos a escuchar al profesor Miranda y su clásico Bolero de Ravel. En fin tantos son los recuerdos, que volveremos el próximo año Pechito, para continuar con nuestros recuerdos.

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