UN HOMBRE A LOS 70 AÑOS

El hombre a puertas de los 70 años, ve de todas maneras más cerca el fin que el camino a recorrer 
UN HOMBRE A LOS 70 AÑOS.
Después de amar a mis padres, mis hermanos, mi cónyuge, mis hijos, mis amigos, ahora he comenzado a amarme a mí mismo.
Me acabo de dar cuenta que no soy "Atlas". El mundo no descansa sobre mis hombros.
Ahora dejé de negociar con vendedores de frutas y verduras. Después de todo, unos pocas monedas no van a hacer un agujero en mi bolsillo, pero podrían ayudar al pobre hombre a cubrir las necesidades que necesite.
Pago al taxista sin esperar el cambio. El dinero extra podría traer una sonrisa a su rostro. Después de todo, él está trabajando mucho más duro que yo.
Dejé de decirles a los ancianos que ya han narrado esa historia muchas veces. Después de todo, esa historia los hace recordar sus vivencias, activar su memoria y revivir el pasado.
He aprendido a no corregir a las personas hasta cuando sé que están equivocadas. Después de todo, la responsabilidad de que todos sean perfectos no está en mis manos. La paz es más preciosa que la perfección.
Doy elogios libre y generosamente. Después de todo, mejora el estado de ánimo no solo para quien la recibe, sino también algo me lleva a mí.
He aprendido a no molestarme por una mancha en mi ropa. Después de todo, la personalidad habla más que las apariencias.
Me alejo de las personas que no me valoran. Después de todo, puede que no sepan mi valía, pero yo sí.
Estoy aprendiendo a no sentir vergüenza por mis emociones. Después de todo, son mis emociones las que me hacen humano.
He aprendido a que es mejor dejar caer el ego que romper una relación. Después de todo, mi ego me mantendrá distante, mientras que con las relaciones nunca estaré solo.
He aprendido a vivir cada día como si fuera el último. Después de todo, sí podría ser el último.
Estoy haciendo lo que me hace feliz. No pierdo el tiempo en hacer lo que me da la gana; porque así lastimo a quien no debo. Después de todo, soy responsable de mi felicidad y me la debo.
He aprendido a valorar a mis amigos, porque cada día los estoy perdiendo, no porque me enemiste con ellos, sino porque se me adelantaron a la vida eterna. Y en verdad que son muy pocos los amigos que tuve y tengo.
Valoro todo lo que tengo, más que lo que anhelo, porque lo que tengo es mío:
¡¡Mi vida, mi familia y mis amigos!! 
Decidí enviar esto debido a que me pregunté: ¿Por qué tenemos que esperar tanto tiempo? y ¿Por qué no podemos practicar esto en cualquier etapa? ¡No hay que estar viejo para buscar la felicidad!                              
Tomado de la red al igual que la fotografía 

Comentarios