Los círculos literarios, círculos de estudios; eran una manera extracurricular, extra académica que se formaban por iniciativa propia de los estudiantes universitarios, con la finalidad de profundizar sus conocimientos en determinados temas que necesariamente no se estudiaba o trabajaba en las aulas.
LOS CIRCULOS LITERARIOS UNIVERSITARIOS II
PRIMERA DIRECTIVA (1991-1992) ( Decano: Américo Herrera Calderón)
Encabezada por Nelly Morillo Valle
Consolidó, formalizó y esperó un apoyo e iniciativa de respaldo del Decanato de la FACHSE y en promover un evento con un autor limeño sobre lingüística.
SEGUNDA DIRECTIVA (1992-1993) ( Decano: Carlos Reyes Aponte)
Encabezada por Oscar Sánchez Contreras
Promovió una invitación y un reconocimiento a don Nicanor de la Fuente por su trayectoria literaria y periodística.
Obtiene Resolución de Reconocimiento del Círculo
Elabora Estatutos
Organizó un evento sobre lingüística moderna
Organizó un conversatorio: Vida y obra de César Vallejo, con Max Dextre Camacho.
TERCERA DIRECTIVA (1993-1994) ( Decano: Carlos Reyes-Luis Facundo)
Encabezada por Nicolás Hidrogo Navarro
Organizó el I Conversatorio de poetas lambayecanos, con Max Dextre Camacho, abril de 1992.
Organizó y consolidó la asistencia subvencionada de alumnado de la especialidad al I Coloquio Internacional sobre el Centenario de Nacimiento de Vallejo en la Universidad de Lima, 25-28 agosto de 1992.
Coordinó con Decanato la Presencia de Julio Ramón Ribeyro Zúñiga y Alfredo Bryce Echenique, quienes fueron declarados Profesores Honorarios, mayo de 1993.
Organizó el I Taller de Narración: el cuento breve con Cromwel Jara, 06 de Noviembre de 1993.
Coorganizó con el INC-Chiclayo el II Encuentro de poetas jóvenes lambayecanos, 20 de noviembre de 1993.
Preparó los borradores y machote para la difusión de una Revista Literaria “Piedra de Toque”, vocero del círculo, que difundiera creación y artículos de interés literario y lingüístico, julio-diciembre de 1993.
Preparó paneles de homenaje para la celebración del Centenario del Nacimiento de José Carlos Mariàtegui La Chira, octubre de 1994
Lo que vino después, es ya la gesta de propuesta de un nuevo Círculo Literario “Luis Hernán Ramírez”, con mejor orientación de asesoría docente y con apoyo oficial más visible y decidido.
¿CUÁNDO MUERE EL CÍRCULO NIXA?
Próximo a egresar el Código 88, promoción 94, tenedora en ese momento de los cargos más importantes como Presidencia, Tesorería y Organización, se convoca a los códigos próximos anteriores y a los cachimbos, para cederles la posta en mando y direccionalidad cultural, surgiendo conflicto de intereses para recibir la dirección con condicionamientos: un grupo acepta recibir el encargo, pero siempre cuando se cambie el nombre del Círculo; otro grupo aceptaba elecciones, pero que su código tomase los cargos más importantes; un tercer grupo aceptaba integrarse al círculo siempre y cuando los cargos se repartieran entre todos los códigos existentes sin discriminación, y un último grupo disidente se retira y fugazmente forma un Círculo de Estudios Lambayeque, extraoficialmente y sin mayor duración ni prosperidad. Todos se quisieron irrogar un derecho no ganado, sino que estaba por construir y ganárselo.
¿POR QUÉ MUERE EL CÍRCULO NIXA?
Es indudable que en este contexto anárquico, nadie quería ceder, todos querían ganar y se sentían con derecho a tomar y dejar, según su conveniencia. Siempre hubo un celo nato –lo dudo que se haya perdido, la promoción no termina siendo vista con buena simpatía, porque a veces nos creemos lo máximo porque ya terminamos, nos sentimos los papás de los demás-, por quién tenía la presidencia, cuántos cargos le tocada a cada código y hasta se quería proponer que cada código tuviera su presidente representante en el círculo, así como un directorio colegiado. No estaban creadas las condiciones ni económicas, ni de madración, ni de integración intra e intercódigos. Todavía no se daban los megaeventos que rindieran réditos al Círculo como para poder operar autogestionariamente, utilizando el aval del logo de la Facultad y la Universidad en general, sólo por imagen, firma y gancho.
CRÍTICA
La denominación pomposa y rimbombante de Círculo de Estudios Lingüísticos y Literarios ..., en realidad nunca cumplió a cabalidad –en acciones- tal título. Yo parafrasearía denominándolos, por lo que hicieron y hacen, “Círculos de Promoción y Difusión Lingüística y Literarias “.
El Círculo fue un espacio de aspiraciones colectivas – y a veces de figuraciones individuales- por conseguir un cupo de viaje a algún evento externo o una manera de agenciarse un espacio entre las autoridades de turno o entre los asistentes a un evento promovido por ellos mismos; y en otros, calculados cargos con réditos políticos o culturales futuros.
El trabajo del Círculo era coyuntural y de rol promotor de cursos, encuentros, “viajes de estudio”, homenajes y no había - a lo mucho un Plan de Trabajo cortoplacista, que casi nunca se cumplía, porque se hacía sin el soporte de un financiamiento- una planificación estratégica de visión/misión. Era un movimiento de dos o tres personas al inicio y al final todos se adherían a la mesa cuando estaba servida. Había un nado remansado a la deriva y a veces ligeras ventolinas que nos llevaban a Lima, Cajamarca, Piura, Huaraz, Huancayo, Trujillo, etc.
Nunca, hasta después de la publicación de la Revista “Papel de Viento”, he conocido algún estudio lingüístico o literario serio producido por y para alumnos de especialidad y público especialista, de nuestra realidad lingüística, literaria, crítica, local o regional. Y aún esta revista con sus limitaciones de contenido, ha sabido ser un desafío y un trabajo que puede perfilarse, haciendo eco de la denominación, más que la publicación antologista de artículos refritos –por buenos que estos sean-, en estudios lingüísticos y literarios de los propios alumnos, un esfuerzo indudable por promover la investigación y la creatividad, aporte fundamental de promesas en ciernes.
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