MAMÁ CARMELITA
Mi mama, Doña Carmelita Avalos Rodela, que en paz descanse. Tuvo veinte y vivimos doce y asi se la pasaba remendando pantalones, volteando los cuellos de las camisas de los hombres, poniendo botones, zurciendo los calcetines, haciendo la comida, ordeñando las vacas, hacia quesos, mataba el marrano que engordaba para la navidad, hacia tamales y chorizo.
A cada uno de sus hijos nos daba atención, consejos y mimos, que pensábamos cada uno que nos queria más que al otro. Siempre embarazada, que yo la veia gorda con una batita que tenia jareta y a la cual le recorría el cordon segun le fuera creciendo la barriga.
Con su sonrisa eterna paciente y cariñosa. Nunca, agarrándose la panza como hacen ahora las nuevas embarazadas. Ni desnudandosela para que todo mundo la viera.
Muy pudorosa, y respetuosa con toda la prole.
Madre mia, mi adoracion y agradecimiento eterno con toda admiracion y respeto para ti por siempre. Descansa en paz. Amor hecha persona.
Comentarios
Publicar un comentario