EL QUE SE PICA PIERDE... Y POR GOLEADA.
A la congresista María Cordero, se le sindicó porque fue visitar quince veces al sentenciado por genocidio Alberto Fujimori. Aparentemente no hay nada de malo, nada anómalo desde el punto de vista legal visitar a una persona que cumple condena por algún motivo. Pero en este caso, las coordinaciones, las órdenes serían directas y en secreto de jefe-dictador-presidiario. Como debe de ser.
Se supone que las coordinaciones, podrían haber sido, fueron para boicotear algún proyecto de Ley que no estaba deacuerdo a los intereses de la familia del japonés peruano. Todo cabe en lo posible; cuando se trata de la naranja.
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