NO HAY PEOR ENEMIGO DE UN PERUANO, QUE OTRO PERUANO.

NO HAY PEOR ENEMIGO DE UN PERUANO, QUE OTRO PERUANO.

PERCY ANTONIO COLLAO ALVA.

Así es la idiosincrasia del peruano. Quieren que ocurra lo que nunca van a suceder. Muchos "comunicadores" de las redes sociales -esos que copian y pegan- se sienten orgullosos de lo que está sucediendo en El Salvador -eso no tiene nada de malo-. Pero aspirar a tener un Presidente como Bukele y un congreso como en El Salvador, eso es imposible. Eso nunca sucederá, en el Perú; por la sencilla razón de que nuestra realidad socioeconómica es todo lo opuesto a El Salvador. 

Quieren envíar a la horca a las autoridades, elegidas por el voto, que hacen mal uso de la confianza que el pueblo les dió y malversan los fondos de las regiones, municipalidades que alcanzaron con su voto. Eso sucede en China, porque es un país comunista. Acá la pena de muerte existe, se aplica, solo para los casos de traición a la patria. Pregunto, los contratos, la venta de nuestros recursos naturales, no renovables, a precios irrisorios, se puede o se no se puede considerar como traición a la patria?

No digo que todo está perdido. Pero los errores -de los comunicadores de las redes se quieren lucir con ser una exclusividad! De un determinado colectivo. Esos dueños de la verdad en primer lugar en su mayoría pertenecen a la tercera edad. Y quieren ser exclusivos en un colectivo que no llega ni a cincuenta personas. Es decir prefieren ser el último pelo de la cola de un ratón y no un pelo de la melena del león. 

Por otro lado, su emoción social no coincide con los cambios que se requieren realizar con urgencia. La mayoría, de aquellos pertenece a un partido que tuvo buenas ideas. Pero hasta su jefe y fundador, después renegó y claudicó. Ahora quieren limpiar la figura de un personaje, de ellos, que fue dos veces Presidente. Pero se suicidó para evadir su responsabilidad.

En el Perú hay que trabajar, mucho, por la unidad. Se debe de empezar porque todos debemos deponer intereses partidarios, personales y buscar un punto central que nos una. Ser tolerante, con quien piensa diferente. Y en lo posible, buscar una única identidad nacional. No hay nada imposible, si ponemos todo de nuestra parte.