EL QUE SE PICA PIERDE... Y POR GOLEADA...
Mientras estén en el extranjero los presuntos responsables. Se valen de una serie de argucias; con tal de mantenerse a salvo. Pero todo tiene su final, nada dura para siempre. Dinero sobra; los argumentos tienen un límite de efectos.
Entonces, ahí se pone la cosa color de hormiga. Y como reza el dicho se tienen que poner a derecho por voluntad propia. O en todo caso entran a trabajar nuestros sabuesos judiciales y no hay presa que se escape.
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