CRÓNICAS URBANAS DE SAN JUAN DE LURIGANCHO. LOS RURICANCHOS I.2.

CRÓNICAS URBANAS DE SAN JUAN DE LURIGANCHO 2020.
LOS RURICANCHOS I.2.
MÁXIMO ZEGARRA BLANCO
Gracias a dios, a SL y a las FFAA las olas migratorias de los 80 y 90, se volcaron sobre Lima este principalmente y demás conos metropolitanos. Pueblos quechuas, aymaras y amazónicos qué invadieron y/o compraron los cerros lotizados por las mafias y los sembraron de esteras, lágrimas, sudor y sangre. Empero; también de amor, solidaridad y rápido progreso, lo que nunca harían los "criollitos", salvo lumpenizarse y lumpenizar a negros e indios reducidos a su esclavitud y servidumbres, empujándolos a la pobreza e indigencia.
La sangre rica, laboriosa y combativa de los ruricanchos reanuda su fluir en las venas y arterias de una Lima que se torna agitada, bulliciosa y emprendedora, como capullo de una oruga transformándose en mariposa.
El viento suele arremolinar polvo, basura y penas de las partes bajas y lanzarlas arriba, a los cerros. envolverse lento, apostarse en esquinas, vagando, silbando, observando, en tanto amasa bióxido de carbono, en una mano y arena, hojas secas, papeles sucios en la otra, luego tromba, tornado, ventarrón subiendo las calles, los techos, girar en la bombonera arrastrando el humo asqueroso de los fumones y emprenderla contra las chozas que escalan los cerros arrancándoles esteras, calaminas, enterrando Luricanchos, tal vez; cómo bien o mal venida.
La parte baja, a partir de la avenida Canto Grande, desde el paradero 14 de Las Flores hasta la antigua comunidad indígena de Jicamarca era pampa, descampado polvoriento, reseco, sin gota de agua, ni lágrima de ánima.
A los nuevos ruricanchos les costó un ojo proveerse de los camioneros cisternas lumpen que además violaban a mujeres que solicitaban agua y/o robaban o asesinaban ocultando los cadáveres en las soledades del lugar.
En los terrenos baldíos cerca de las flores, ricas en tierra arcillosa, anteriores chacras de jesuitas o hacendados encomenderos españoles o sus descendientes criollos ladrilleras establecieron sus fábricas, hornos para quemar los adobes que peones moldeaban del barro y secaban al sol. canteras que las mafias inmobiliarias también convirtieron en vetas de sus fortunas. Hoy, se llama urbanización San Hilarión y Plaza Vea.
Empero ancestralmente en Lima, los españoles encontraron 14 mil ruricanchos, y luego de invadirla, conquistarla y fundarla como capital de su virreynato, solo existieron 120 entregados a los jesuitas cómo siervos, en la reducción de Huachipa. Según publica el "fondo editorial del congreso peruano". Del arqueólogo Juan Fernández Valle. Nos muestra también que Mangomarca era un centro ceremonial, en cuyas pirámides truncas, existentes aún, se adoraba al dios Pariacaca, y que anualmente subían a Huarochirí a rendirle culto. Y que allí perecieron resistiendo la invasión a Lima, derrotados y aniquilados hombres y mujeres guerreros por tropas españolas e indias reunidas por Pizarro y una de las hijas de Huayna Cápac que desposó para usarla contra los ruricanchos.
continua en LOS RURIS 1.3.
LIMA PERÚ 11 DE JULIO 2020.

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