LOS PERROS Y LOS BEBÉS
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA
Si bien es cierto cuando un perro recibe cuidado alimentación de parte de algún humano. Su primera reacción es mover la cola, el rabo, de un lado hacia otro demostrando lo feliz que se encuentra. Del mismo modo saltan de un lado hacia otro, giran, dando vueltas, etc.
En la foto de la derecha. vemos a un bebé, echado en una alfombra. A sus espaldas descansa un perro de gran tamaño, adulto. La cantidad de gérmenes y patógenos que le están transmitiendo en esos momentos al bebé.
No es ser alarmista. El asunto, es que hay que tener cuidado con el bebé humano.
Otra característica de demostrar su algarabía, su felicidad, es lamer las manos el rostro de la persona que le ha brindado amor
Se sabe que muchos perros han sacrificado, ofrendado su propia vida. Todo por salvar a un niño o un bebé que corría el inminente peligro de morir.
Las reacciones, de reciprocidad, por parte de los humanos no se hicieron esperar: una mejor alimentación, una cama mejor. Inclusive hasta permiten que el buen animalito duerma en la misma cama con sus dueños y sus bebés. Los humanos, todos, utilizamos medias, zapatos; en nuestro trajín diario para caminar por calles, veredas, parques, etc. Al ir a la cama nos quitamos los zapatos, las medias. Incluso nos lavamos los pies o en todo caso nos bañamos para ir a la cama: limpios y frescos.
Por su parte los caninos engreídos. No hacen lo mismo. Ellos de frente se suben a la cama y en medio de unas vueltas alegóricas se acomodan como mejor les plazca. Hasta quedarse dormidos.
Nosotros, no sabemos en qué lugares han trajinado, los peluditos, durante todo el día.Es muy gracioso ver a un perrito, perro bebé chupando un chupón. Y si por casualidad un bebé coge ese mismo chupón y se lo lleva a la boca. Es seguro la cantidad parásitos que adquirirá al momento, ese bebé.
No es ser alarmista. El asunto, es que hay que tener cuidado con el bebé humano.
Otras formas evidentes, de afecto, que tienen los peludos, es lamar la cara de los adultos, niños o bebés. Por más cuidado que se tenga con el animalito, siempre, por instinto, irá a los lugares donde arrojan basura y algo comerán. Su instinto los conducirá, a esos lugares, de todas maneras. Es fácil suponer la inmensa cantidad de gérmenes resistentes patógenos que portarán en todo momento.
A veces nuestros queridos peludos se encontrarán con algunos similares con quienes simpatizaran y se pondrán a jugar entre ellos. Aquí se presenta una nueva forma de contagio o intercambio de pulgas, etc.
En otros casos, donde no funcione la empatía. Ambos, animalitos, se liarán en cruentos y fieros enfrentamientos que dejarán heridas; en el cuerpo de ambos. Y ahí de todas maneras se intercambiarán microbios, etc.
Así es que tener un amigo, hijo, sobrino peludito. Requiere dedicación y mucho cuidado en su salud, porque convivir con ellos, también tiene sus riesgos. Sobre todo para los bebés.
Amor, no es sólo una palabra, posesión. Amor, es la identificación con la persona amada.
Comentarios
Publicar un comentario