El pensamiento es un momento. Un momento, eterno.
APRENDÍ A SER YO MISMA
Lo que me mantuvo cuerda fue saber que las cosas cambiarían, era cuestión de mantenerme unida a mí misma hasta que lo hicieran.
Cuántas veces, somos mezquinos. Buscamos que todos piensen como nosotros o casi siempre que la mayoría coincida con nuestra manera de pensar. Acaso somos intolerantes ¿Por qué no buscamos que nuestro pensamiento tolere a quienes piensa muy diferente a nosotros?
¿Somos demasiado humanos? ¿No, nos conocemos quién, en realidad somos?
En verdad no sabemos quiénes en realidad somos. Es una lastima no hemos aprendido a ser nosotros mismos.
Idea, fotografía, recogida del internet.
Comentarios
Publicar un comentario