EL ALZHEIMER Y EL AMOR.

EL ALZHEIMER Y EL AMOR.

PERCY ANTONIO COLLAO ALVA.

Nadie puede negar que, en una casa de reposo, en una clínica, en un hospital se va a brindar un buen servicio, en cuanto a proporcionar medicinas, alimentos, ropa limpia, aseo personal a un paciente con Alzheimer.

Todo va a estar en orden. Pero siempre va faltar un factor muy importante. Que, el mismo paciente sufre con creces.

Si bien es cierto la alimentación, va a estar con puntualidad y en cuanto a calidad ¿Quién puede garantizar que el paciente reciba sus alimentos con paciencia?

El paciente con Alzheimer, no come sus alimentos a un ritmo normal. De acuerdo a la evolución del mal. El paciente se va a tomar su tiempo para consumir sus alimentos. Puede demorarse una hora. Quizás puede demorarse un poco más.

Ahí entra la paciencia de quienes son los responsables de su alimentación. En general, en una casa de reposo, se presentan, pacientes con diferentes afecciones. Y en esos centros de cuidados de adultos mayores. Encontramos tres, cuatro o cinco personas que en todos en cada caso; todos son muy diferentes.

En el caso del Alzheimer. El paciente necesita de mucho amor. Y ese amor se lo va a brindar, con exclusividad y cantidad; tan solo su familia. Las personas con preparación para el cuidado de personas adultas, no van a brindarle el afecto que necesita, requiere, el paciente con Alzheimer.

Es probable que el afecto, el amor pasan a un segundo tercer plano ¿Ese sentimiento tan importante, no puede estar ausente a diario de un adulto mayor o de un paciente con Alzheimer?

Un paciente con Alzheimer, necesita hacer ejercicios, caminar, bailar. Debe realizar ejercicios psicomotrices, de un mínimo de dos a cuatro horas diarias. Los siete días de la semana. Los 365 días del año.

De la misma manera, un paciente debe recibir entretenimiento entrenamiento mental. La persona responsable del cuidado podrá hacer jugar cartas, desarrollar pupiletras, o en lo máximo de su capacidad hasta podrá ayudar a desarrollar crucigramas; a un solo paciente.

Pero, una sola persona no podrá llevar el control de tres, cuatro o cinco, a la vez. Porque, en definitivo es una tarea demasiado recargada.

He escuchado, algunas veces, que una persona con preparación para apoyar a un adulto mayor o a un paciente con Alzheimer, dijo. “No tengo la costumbre de bailar o decirle ¡Te amo! A un adulto mayor o paciente con Alzheimer.”

Eso, está pésimo, porque es parte de su trabajo. Dar mucho amor, a una persona que poco a poco está perdiendo su capacidad cognitiva. En otras palabras, se da un proceso de retroceso. Se convertirá en un niño, un bebé; hasta olvidar todo. Y entonces llegará el, no deseado, final.

Es por eso que un personal preparado, para trabajar en el cuidado de un adulto mayor; más que capacitación. Debe de tener vocación de servicio.

La vestimenta del paciente además de encontrarse limpia. Cambiarse a diario. Debe de tener todos sus botones. La ropa no debe presentar partes que están descosidas.

En cuanto al aseo personal. Un paciente debe de recibir un baño, completo, por lo menos, tres veces a la semana. El cepillado de dientes debe de realizarse, después de cada momento de que ingiera sus alimentos.

Un adulto mayor o un paciente con Alzheimer, debe recibir un apoyo o ayuda exclusiva. pero debe recibir la mejor medicina: AMOR

Imagen recogida de INCN, del internet

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