Nadie reconoce lo bueno que ha tenido, hasta que, que un día, con ingenuidad se da cuenta del valioso tesoro que tenía en sus manos ya no está. Porque ahora ese lugar está vacío.
Con la presente entrega, se empieza un nuevo camino UNA HISTORIA, UN POEMA Y UNA CANCIÓN.
¡TE NECESITO!
PERCY ANTONIO COLLAO ALVA.
El tiempo pasa lentamente por mi vida.
Hace unos años que no he vuelto a verte más.
Te guardo en mis recuerdos por una eternidad
Reza la letra de la canción. Su letra denota mucho sentimiento. Ahí se refleja una vivencia, es innegable.
El autor, puede haber sido el protagonista, de esa historia . O en todo caso, le contaron el momento sentimental que atravesaba alguien.
Pero, lo que sigue es una historia. Una historia de amor. Válida, verdadera, real, como este mundo en que vivimos. Como tú que estás leyendo.
La escribo, tal como vi los hechos
A veces me asalta la idea de que soy un fatalista ¿Será producto de todas mis lecturas? ¿Será producto de todas mis vivencias? Respuesta tácita, mi vida actual.
Ellos se habían encontrado en la vida. Como se encuentran el viento y el agua. Formaron suaves olas. Eran la pareja perfecta. Pero un día los dos toma diferente rumbos. Y nunca, se volvieron a encontrar después ¿Habrá sido el destino? ¿Habrá sido la vida? No lo sé. Estoy seguro de que ellos, tampoco. De lo que si estoy seguro, es que ambos jamás se olvidaron. Y aún se necesitan.
Al mirarse a los ojos. Ambos coincidieron, de que se habían enamorado. Después concluyeron de que se amaban con fervor. Pero. siempre hay un pero. Él traía un trauma, que le causaba mucho dolor y se lo había confidenciado, a ella.
Ella, por su parte, aportaba lo que siempre había recibido, mucho amor y siempre se lo demostraba. No como exhibicionismo. Era un amor íntimo, personal, devoto, fervoroso.
Y, los dos, tenían los mismos gustos. Practicaban el folklore. Ambos bailaban, aprendiendo, las mismas danzas. Algunas veces fueron pareja. Había un claro entendimiento. Ella muy femenina, era la mujer. Él bien varonil, era el hombre.
No había un macho posesivo. Mucho menos un obsesionado. Él, era un liberal, con aires de perruno -a buen entendedor, pocas palabras-.
Ella, serena, un poco compresiva. Se buscaban y se encontraban. Asistían a ciclos de charlas, exposiciones, de arte y de todo tipo. Ambos estaban sedientos de aprender. Y todo era gratis en ese tiempo.
Ambos participaban en el mismo grupo de folklore peruano. Incluso formaron una nueva agrupación.
Él, al instante, le componía los mejores versos para ella. Le cantaba una balada de moda. Por ejemplo alguna vez le improvisó
Eres el aire que respiro
el sueño del cual nunca quiero despertar
Contigo, quiero envejecer
y en tus brazos dar el último suspiro
que a ti quiero dedicar...
A ella le encantaba, lo escuchaba con devoción. Él, muy enamorado; la enamoraba. Ella muy enamorada, correspondía. Tan es así que como respuesta, con su tierna, suave, dulce voz le correspondió
En un
rincón del alma
me
duelen los "Te quiero"
que tu
pasión me dio
Seremos
muy felices,
no te
dejaré nunca,
siempre
serás mi amor
Él orgulloso porque, ahí estaba su influencia -ella había cantado, lo que él hacía-. Le cogió su carita, de arcángel, con ambas manos. Primero le dio un beso esquimal -nariz, con naricita-. Un beso en la frente. Un beso en ambos ojos. Un beso en cada mejilla. Un beso en la punta de la nariz. Un suave beso en la tierna barbilla.
Después ambos se entregaron en un apasionado beso. Ella puso su cabeza en el pecho de él y ambos suspiraron. Y el amor, entre ellos se desmayó.
Ella era linda en su juventud -ahora ¿cómo estará?-. Debe seguir siendo hermosa. Era una mujer de ensueño. Para él. Justo como él, la había esperado. Muy bonita. Cabello largo, negro, lacio. Ojos negros. Trato suave. Palabras amables. Besos que calmaban, el dolor que él arrastraba como una pesada cadena.
A veces habían llegado a la playa de "Los Pavos" en el poético distrito de Barranco. Ella lucía su hermoso cuerpo, juvenil, en un bikini rosado. Él la protegía de todo mal.
Todo aparentaba ser perfecto. Pero había un solo defecto. Ella era celosa y creía lo que sus amigos le decían. No había duda, los envidiaban. Él, con su liberalismo, con aires de perruno. Y el amor se apagó, un día para los dos.
A veces tuvieron sus diferencias. Pero siempre sabían encontrar el punto medio, exacto de conciliación. Hasta que un día llovió tanta duda. Se desgarró el cielo bajo el cual ambos se amaban. Y él empezó un calvario doloroso, sin ella. Y ella, sufrió, sin él.
Y a pesar de que ella era la persona que él siempre había esperado y llegó. Y seguro para ella, él era el amor de su vida. Un fatal día, ambos, tomaron diferentes rumbos. Acaso Gustavo Adolfo Bécquer, muchos años antes ya se los había anunciado
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: "¿Por qué callé aquel día?"
Y ella dirá: "¿Por qué no lloré yo?"
En
realidad, ambos, jóvenes. Sentían que eran el amor de sus vidas. Algo
sucedió que no supieron corregir a tiempo. Es seguro que los dos no miraron ni de soslayo
que ambos eran sus complementos mutuos, en sus vidas. Porque si ambos hubieran entendido, eso. Nunca se hubieran separado, jamás.
Y a pesar de que los dos estuvieron alertas y ambos captaron toda su atención. No entendieron que el amor,
en definitiva, no es celo. Y que en el amor, no existe la liberalidad.
El amor en definitiva, no es posesión. Amor en
definitiva, no es de ninguna manera una pertenencia. En el amor nada es por
obligación. El amor, solo se, comparte con su pareja y nada más. Y desde ese momento los dos se dieron cuenta que se hacían mucha falta. Como cuando se despedían para encontrarse, al día siguiente.
ME HACES FALTA
Me haces falta en mis noches de insomnio, pensarte es mi obsesión.
No puedo dormir si no estás junto a mí,
amarte es mi locura.
El frío congela sin tus brazos que me abriguen,
no tenerte es mi amargura.
Los días sin ti, es ir muriendo poco a poco,
no verte es mi desgracia.
No te necesito para presumirte,
te necesito porque tú me haces vivir.
Sandra Lucía Gutiérrez López - Sandy Lu. - Con todos los derechos reservados. México.
Acá la canción TE NECESITO. El chileno, Buddy Richards, es el autor e intérprete. Es una conjugación, fabulosa, que muy rara vez se repite. Pero en este caso se dio.
Ahora si quieres cantar, TE NECESITO, aquí está; en karaoke. Afina tu voz, entona la canción, lleva los ritmos y disfruta la vida, que es tan corta. En definidas cuentas no vale la pena sufrir. Si te gusta una persona, solo ve y dicelo, cuando la veas. Si amas a alguien, y no está cerca, búscala, encuentrala y díselo en persona y ya. Si quieres hablar con alguien y sabes cómo ubicarla; vamos búscala, encuentrala y habla con ella.
TE NECESITO
BUDDY RICHARD
El tiempo pasa lentamente por mi vida
hace unos años que no he vuelto a verte más,
te guardo en mis recuerdos por una eternidad.
Te necesito quiero verte y decirte que te amo
cada día yo me muero si no estás,
aja, aja.... si no estás
El cielo es mucho más azul
en estos días, es que
presiento que tú pronto volverás,
y desde ese momento en mi te quedarás.
Te necesito quiero verte y contarte
que te extraño cada día yo me muero si no estás.
Te necesito quiero verte y decirte
cuanto, cuanto te amo
cada día yo, yo me muero si no estás,
te necesito quiero verte y contarte que te extraño
Fuente: Musixmatch. Compositor e intérprete: Buddy Richards.
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