Un día como hoy, hace 230 años fue decapitado Luis XIV, por esta arma que él mismo ayudó a perfeccionar.
LA CUCHILLA DE LA GUILLOTINA
¿Qué es la guillotina? Puede describirse como una cuchilla de metal que se deja caer desde cierta altura sobre el cuello del condenado, resultando en su decapitación fulminante.
Aquí, se pensó que un instrumento similar no haría sufrir al condenado y haría que las ejecuciones fueran iguales, entre las clases populares y nobles.
El inventor de la guillotina fue Joseph Ignace Guillotin, un médico y político francés. El 9 de octubre de 1789 la presentó a la Asamblea Nacional, proponiéndola como instrumento de muerte y explicando que el condenado sería decapitado a través de un mecanismo simple, casi indoloro.
"Con mi carreta, le corto la cabeza en un abrir y cerrar de ojos, y usted no sufre. La cuchilla cae, la cabeza se corta en un abrir y cerrar de ojos, el hombre ya no existe. Apenas nota una ráfaga de aire fresco en la parte posterior de su cabeza".
Originalmente, sin embargo, la cuchilla no era oblicua sino recta. Las primeras víctimas fueron algunas ovejas, luego pasó a cadáveres humanos y finalmente a los desafortunados vivos. Incluso el mismo Luis XVI se dedicó a perfeccionar el mecanismo de esta nueva herramienta de muerte.
Parece que a menudo le gustaba pasar tiempo en talleres y carpintería, y fue gracias a sus conocimientos técnicos, comparándose con especialistas, que ordenó una modificación a la cuchilla: propuso que fuera oblicua y no paralela (con movimiento perpendicular) al suelo. De esta forma, el corte se producía de forma más rápida y precisa.
Además de ser más sutil, este elemento ciertamente estaba estudiado para el efecto "escénico". Las decapitaciones eran un espectáculo en la plaza. Un evento dramático y público. La sugerencia del soberano fue aceptada y él mismo pudo experimentar personalmente la precisión del corte de la nueva cuchilla, nueve meses después, el 21 de enero de 1793.
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